Antonio Robles es periodista, escritor y portavoz de Centro Izquierda de España (dCIDE).
¿Qué balance hace de las elecciones del 21-D?
Las elecciones autonómicas del 21-D han sido fundamentalmente pedagógicas, ya no podemos engañarnos más, ni en Cataluña, ni en el resto de España. Enumero:
-Han representado el fin de la leyenda de, a mayor participación, mayor constitucionalismo. Con el 82% de participación, la coartada era infundada.
–El nacionalismo ha encontrado su techo: 2.000.000 del censo (47,4%). En caso de referéndum, ni siquiera llegan al 50%, y con una mayoría cualificada del 73,3% sería pura utopía alcanzar la separación. Pero esas sutilezas democráticas no van con ellos.
–El triunfo de Cs, lo más reseñable. El nacionalismo nunca más podrá volver a hablar en nombre del pueblo de Cataluña. Es un decir, seguirán mintiendo como siempre. Por el contrario, el triunfo de Cs solo es simbólico, y por su actitud en la campaña, ha optado por situarse definitivamente en el catalanismo moderado. Ni una palabra de la inmersión, su mayor renuncia. Eso es capital, no olvidemos que la llengua pròpia, su fet diferencial, es la legitimación de todo.
O sea, pretende confundirse con el paisaje, porque tal escollo le restaría votos. Una lástima, porque Cs nació para hacer pedagogía primero, no para alcanzar el poder. Nació para lograr emancipar a la población no nacionalista de su inferioridad política, social y moral inducida por el adoctrinamiento catalanista, y una vez lograda, poder contar con su fuerza para alcanzar el poder y lograr una sociedad posnacionalista. Así no la alcanzará, ni logrará la emancipación del electorado, sino asumir el catalanismo político, el pujolismo y las tesis culturales y lingüísticas del PSC. ¿O acaso podría gobernar con el PSC sin asumir tales tesis? En el supuesto que la coalición sumara mayorías, que ni así las suma.
-De esta última insuficiencia se evidencia la ausencia total de una izquierda cívica catalana opuesta claramente al nacionalismo. El partido falsamente equidistante de Domènech y Colau es un nuevo caballo de Troya del nacionalismo, y el PSC es el partido camuflado tras la piel de cordero del catalanismo, pero idéntico al pujolismo.
–La ley electoral falsea la hegemonía de nacionalistas y constitucionalistas. Llegados a este punto, debe ser corregida. El nacionalismo no tendría mayoría de escaños si el lema, “un hombre un voto” estuviera vigente.
–La ciudadanía nacionalista ha renunciado a juzgar a sus gobernantes. Ya nadie puede decir en el futuro que le engañaron, que no sabía. Los votantes que han apoyado a golpistas y dinamiteros de la economía y la tolerancia en Cataluña son adultos y estás perfectamente informados. Y por lo mismo, son cómplices. La fotografía del rostro de dos señoras de la mesa dónde votó Arrimadas valen más que mil palabras para ilustrar el rencor que han sembrado en la sociedad.
¿Será el 2018 el año en el que comenzará el cambio de ciclo político en Cataluña?
Nunca un nuevo año como 2018 ha venido tan preñado de malos augurios. Será mucho peor que el que dejamos. Estamos en mitad de una guerra y nadie parece querer enfrentarse a un lenguaje tan explícito. Y como tal guerra no se hace con armas convencionales, nos hacemos la ilusión de estar viviendo en paz. Pero hay un bando, el nacionalismo, que lleva muchos años abusando de miles de ciudadanos y reuniendo la intendencia para romper España. Hasta hace 5 años, camuflados, ahora sin careta. Y sin respeto alguno por la legalidad.
Sus armas son la mentira, la malicia, la astucia, los presupuestos públicos, el adoctrinamiento escolar, los medios de comunicación públicos y privados; todo ello victimizado y legitimado por una obscena manipulación del lenguaje y su uso para falsificar por completo, de arriba abajo, a la misma democracia, la separación de poderes y la deslegitimación de la Constitución. Hoy en Cataluña, dos millones de ciudadanos bien alimentados y mejor vestidos, están colaborando con la construcción de una sociedad xenófoba, donde el delito de odio es la energía que la impulsa. Lo que estos ciudadanos, uno a uno, nunca se atreverían a sostener o realizar a nivel privado, lo hacen jaleados/abrazados al calor de la manada. Bueno es que algunos les recordemos que están colaborando con el mal. Por mañana. Todavía hay espejos para mirarse.
¿Será el 2018 el año de la creación de una alternativa de izquierda no nacionalista en Cataluña y toda España?
Afortunadamente, tal alternativa ya nació en 2016 bajo el nombre de Centro Izquierda de España (dCIDE). Pero un partido político no se construye en dos días, para hacerse una idea, Cs fue el fruto de más de 20 años de Resistencia al nacionalismo. Pudimos estar el 21-D, pero el carácter casi plebiscitario de estas elecciones y la amenaza del voto útil nos aconsejó esperar a tener mayor fuerza y, sobre todo, cobertura mediática. Y ésta en Cataluña es muy difícil. ¿A qué medio de izquierdas le interesa un partido de izquierda cívica no nacionalista, enfrentado al populismo de Podemos, a la dictadura del proletario de las CUP, y al nacionalismo camuflado del PSC? ¿A qué medio de derechas catalanas le interesa un partido de centro izquierda que defienda los derechos laborales, los servicios sociales, pretenda conseguir un mínimo de 1.000 euros de Salario Mínimo Interprofesional, la negociación colectiva, una renta mínima vital justificada, o blindar las pensiones? ¿A qué medio nacionalista le interesa la oposición radical al modelo de escola catalana basada en la inmersión, al adoctrinamiento escolar, y exigir libertad de elección lingüística? ¿A qué partido no molestamos de los existentes? Pero más difícil fue en 2006, y Cs logró entrar el Parlamento. Nada es imposible si la causa es justa.
Y esta lo es, en España, y en Cataluña en particular, la necesidad de un partido de centro izquierda que se reconcilie con su país, es imprescindible. Por eso, hemos entrado en negociaciones con la Plataforma Ahora, como antes lo hemos hecho con Ágora Socialista, el PS y la FCPSOE para sumar fuerzas. Sean cuando sean las próximas elecciones nos presentaremos para que en Cataluña haya un partido de Centro Izquierda que defienda la integridad territorial de España sin complejos, salvaguarde la Transición, aplique la Constitución y la igualdad de los ciudadanos españoles vivan donde vivan del territorio nacional.
¿TV3 tiene arreglo?
No, el modelo TV3 nació para nacionalizar las conciencias de todos los ciudadanos, como se diseñó la normalización y se llevó a cabo la limpieza lingüística, cultural y nacional de la escuela. Un modelo así no tendrá remedio si no se convierte en un medio público de comunicación, como es la BBC, por ejemplo, que esté al servicio de la información plural de la sociedad, y no para la construcción de una identidad étnica catalana. Es decir, excluyente.
TV3, es la terminal de agitación y propaganda, donde cristalizan todos los medios de guerra diseñados y distribuidos por las diferentes administraciones de la Generalidad: ayuntamientos, sistema educativo, gobierno, departamentos de subvenciones mil, asociaciones supuestamente nacidas del pueblo”, Mozos de Escuadra, pagos a corresponsales y medios extranjeros para comprar voluntades, e internacionalizar el conflicto etc.
Si los maestros son el ejército de Cataluña, TV3 es el combustible que alimenta todo el sistema eléctrico y fabricación de armamento, camiones de abastecimiento, carros de combate y fuerza aérea para mantener a raya al enemigo y excitar a las tropas propias en el ideal. El problema es que quienes participan del sistema no perciben el alcance de su responsabilidad en el mal, como el pez no percibe la humedad en el agua, pues forma parte de su naturaleza. Aquí la naturaleza es el catalanismo, la coartada para seguir con buena conciencia.
no recibe subvenciones de la Generalitat de Catalunya.
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