El Grupo Municipal de Vox El Prat ha denunciado «la bochornosa negativa de los grupos municipales de Comuns, PSC y los partidos independentistas a apoyar una moción que tenía como único objetivo condenar los ataques, presiones y actos de señalamiento sufridos por comercios que utilizan la lengua castellana en Cataluña».
La moción, presentada en el Pleno del Ayuntamiento de El Prat de Llobregat, proponía tres acuerdos fundamentales: condenar públicamente los actos de acoso, vandalismo o discriminación por rotular o atender en castellano; reafirmar el compromiso institucional con la libertad lingüística amparada por la Constitución Española y el Estatut d’Autonomia de Cataluña y trasladar el acuerdo a diversas instituciones para dar visibilidad institucional al rechazo de estos actos.
Desde Vox El Prat «lamentan profundamente» que partidos «que se autodenominan ‘progresistas’ o ‘defensores de los derechos’ no solo hayan mirado hacia otro lado, sino que además hayan votado en contra de una iniciativa que defiende principios básicos como la libertad de expresión, la convivencia lingüística y la igualdad de derechos de todos los ciudadanos, independientemente de la lengua que usen para trabajar o emprender».
Añaden que «el caso reciente de la heladería ‘Dellaostia’ en Barcelona, atacada y boicoteada por atender en castellano, no es un hecho aislado. Representa una preocupante deriva de intolerancia que se extiende por Cataluña, donde la libertad de usar el castellano está cada vez más amenazada por sectores radicalizados, con el silencio cómplice o el apoyo directo de determinadas fuerzas políticas».
«Que el PSC y Comuns se alineen con el independentismo más excluyente en cuestiones como esta, evidencia su renuncia a defender la pluralidad lingüística, los derechos individuales y la legalidad constitucional. Lejos de defender al pequeño comercio y a los autónomos, optan por proteger la imposición ideológica y el pensamiento único» argumenta Rafa Millán, portavoz de esta formación.
«Reiteramos nuestro compromiso firme con la defensa de todos los comerciantes, con independencia de la lengua que utilicen, y con la pluralidad lingüística como valor enriquecedor, no como arma de enfrentamiento. No vamos a permitir que se normalicen los ataques por hablar en castellano. No vamos a callar», añade.
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