Me desespera ver el interés manifiesto de algunos al crear un clima de confusión que, para la gran mayoría, no viene al caso. De verdad que no entiendo la intencionalidad de esas concentraciones, con el blanco de rendición por bandera, pretendiendo significarse como una opción basada en el diálogo, a tenor de cómo se lo toman los secesionistas y el caso que hacen a los numerosos ofrecimientos ya formulados al amparo de la legalidad vigente.
En mi opinión, sin complejos y con todo lo que conlleva esta afirmación, se acabó el tiempo de hablar y lo que compete es actuar. A no ser que seas afín a los golpistas y quieras brindarles una oportunidad ganando tiempo. En este sentido el desprestigio de “los comunes”, con la alcaldesa de Barcelona a la cabeza y todos los anti España que le ríen las gracias al ciudadano Iglesias, siempre favorables al independentismo desestabilizador aunque lo camuflen, lo considero impropio y, por ello, no hablaré más al no merecer más energía por mi parte.
Lo que sí puedo decir, con la fuerza demostrada ayer por parte de los que somos la verdadera mayoría social, es que de consumarse mañana martes lo que muchos nos tememos con una declaración unilateral de independencia, nos dejemos de diálogos, de charlas y de debates, quedando en manos de la Justicia la aplicabilidad de las mayores penas posibles a estos sediciosos que han roto la convivencia social, han expulsado a muchos por no ser de los suyos, arruinan la economía y condicionan el futuro de nuestros hijos. Y lo han hecho plenamente conscientes de que actuaban con menosprecio a la Ley, imponiendo sus criterios a toda la población catalana que ve ninguneados sus derechos constitucionales.
El único diálogo posible debe darse entre las instancias judiciales para decidir las penas, décadas, que supondrá para estos golpistas su actuación fascista, sin atenuantes de ningún tipo y asegurando que todos y cada uno de los que han intervenido paguen por sus actos.
Lo de ayer en las calles de Barcelona no tiene calificativo. Fue un orgullo participar en una de las dos columnas de bajada a Urquinaona que, en nuestro caso con salida en el Cuartel de la Guardia Civil en Travesera de Gracia, aglutinó a miles y miles de catalanes en defensa de los cuerpos de seguridad del Estado que cumplen y hacen cumplir la Ley. Aquellos que no traicionan la legalidad y se humillan ante el pueblo por las decisiones de sus jefes políticos separatistas.
El miedo acabó y ahora vamos a batir el record con una nueva movilización social en Barcelona el próximo 12 de octubre, Fiesta Nacional de España, bajando en manifestación desde las 11:00 horas por el Paseo de Gracia de Barcelona para celebrar dicha festividad en el centro mismo de la Ciudad Condal, como ya es tradición.
No podemos parar. Y menos si definitivamente estos impresentables siguen dando pasos para arruinarnos el presente y el futuro, nuestro y de nuestros hijos o nietos.
El 12 de octubre, todos a celebrar la Fiesta Nacional en Barcelona. Os esperamos a las 11:00h para manifestarnos bajando por Paseo de Gracia (desde “La Pedrera”) y la posterior concentración en Plaza de Cataluña a las 12:00h.
Javier Megino es Vicepresidente Ejecutivo de Espanya i Catalans
no recibe subvenciones de la Generalitat de Catalunya.
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