En elCatalán.es hemos denunciado en infinidad de ocasiones que el independentismo más radical vive obsesionado con erradicar el castellano de la vida diaria de Cataluña, una tarea para la que están condenados al fracaso más absoluto.
De hecho, los datos demuestran que el catalán es el idioma cada vez menos utilizado por los ciudadanos catalanes, sobre todo entre los más jóvenes, lo que demuestra el fracaso de las políticas de imposición de los distintos ejecutivos catalanes. Lamentablemente están logrando que el idioma regional sea visto como una arma política y arrojadiza entre catalanes. Y todo ello, pese a las ingentes cantidades de dinero que han invertido en ello.
Este pasado martes, hemos vuelto a comprobar como algunos diputados independentistas de la cámara catalana viven absolutamente cargados de inquina hacía el castellano. El diputado Ramon Tremosa ha denunciado en redes sociales que un cartel de la autovía A-2 se encuentra en castellano y ha exigido al Govern que haga algo al respecto.
Mientras los catalanes pagan los impuestos más caros del resto de España, y ven como buena parte de esos dineros van dirigidos a la construcción nacional de Cataluña, y las familias lo pasan muy mal para llegar a final de mes, este diputado se dedica a estas cosas en pleno siglo XXI. Poco más hay que añadir.
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Sergio Fidalgo relata en el libro 'TV3, el tamborilero del Bruc del procés' como a los sones del 'tambor' de la tele de la Generalitat muchos catalanes hacen piña alrededor de los líderes separatistas y compran todo su argumentario. Jordi Cañas, Regina Farré, Joan Ferran, Teresa Freixes, Joan López Alegre, Ferran Monegal, Julia Moreno, David Pérez, Xavier Rius y Daniel Sirera dan su visión sobre un medio que debería ser un servicio público, pero que se ha convertido en una herramienta de propaganda que ignora a más de la mitad de Cataluña. En este enlace de Amazon pueden comprar el libro.
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