
Hace unos días, en una entrevista que publicamos con Jordi Cañas, nos recordaba cómo tradicionalmente los nacionalistas habían tenido barra libre en el Parlamento Europeo para mentir y desprestigiar a España, y cómo la llegada en 2015 de los diputados de Cs y de ALDE (Girauta, Nart, Pagaza, Giménez Barbat, etc) había significado un cambio en esa impunidad de los secesionistas.
La situación ha mejorado todavía más: además que la delegación española constitucionalista se ha visto reforzada con personajes como el mismo Cañas, amén de que Nart y Pagaza han renovado su escaño, los dos cabezas de cartel de los dos primeros partidos españoles, PP y PSOE, son dos catalanes que han demostrado su valía a la hora de luchar contra el nacionalismo: Josep Borrell y Dolors Montserrat. Sin olvidar que la lista de VOX también estaba encabezada por otro catalán que les ha plantado cara, Jorge Buxadé.
Cada uno de ellos tiene una línea política diferente, y no voy a entrar en matices sobre si uno es tal y el otro es aquello, pero su compromiso para combatir el secesionismo es claro y rotundo, y aunque no espero unidad de acción entre todos ellos, seguro que coincidirán a la hora de intentar desmontar los intentos del secesionismo de presentar a España como un país dictatorial en el que se persigue la disidencia política.
Todos ellos tienen un rol destacado, porque cada uno ha de luchar en su círculo de influencias para desmontar las manipulaciones del separatismo. Dónde no llegue el PP, podrá hacerlo el PSOE, o Ciudadanos. Sin despreciar el papel de VOX, que seguro que tendrá capacidad de interlocución con fuerzas europeas a las que los otros tres partidos no podrán llegar.
Cada uno con su acento, con sus ‘amistades’ europeas, con su línea política, con sus prioridades, pero con un único objetivo común: que el llamado «frente exterior», al que los secesionistas le dedican buena parte de sus esfuerzos, se tambalee. Que se vea a Puigdemont, a Junqueras y al resto de dirigentes independentistas como lo que son: unos populistas que intentan destruir nuestro sistema democrático.
Ojalá se pongan las pilas y hagan bien su trabajo. El futuro de España depende de ellos.
Sergio Fidalgo es director de elCatalán.es
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