Fue la primera Defensora del Pueblo (2012), la primera alcaldesa de Sevilla (1985) y la primera ministra de Cultura (1981). Licenciada en Filología inglesa, la madrileña Soledad Becerril fue asimismo una de las 21 diputadas de las primeras Cortes de la democracia, en 1977 y por UCD. Persona competente, afable y suave, ha publicado unos fragmentos de memorias con el título Años de soledad (Galaxia Gutenberg).
Estaba junto a José Bono en la Mesa cuando Tejero entró en el Congreso el 23 F de 1981. Calvo Sotelo no tardó en presidir el Gobierno y llamarla como ministra (fue felicitada por Federica Montseny). Después se integraría en el PP, guardando siempre un perfil discreto y moderado.
Como ministra se encontró con 42 periódicos de la Delegación Nacional de Prensa del Movimiento que debían ser subastados e indemnizados “de acuerdo con la legalidad y con respeto a los derechos adquiridos”. El Estado tenía que desprenderse de esas propiedades. Faltaba la aprobación de esa ley en el Senado.
Soledad Becerril sostuvo que “los periódicos del Estado eran un instrumento de propaganda del régimen anterior, con un presupuesto de 3.400 millones de pesetas”, lo que suponía “una flagrante anomalía en una democracia, y que el Estado no podía ser un empresario periodístico”. Otro ejemplo de la Transición, que conste para los petulantes.
no recibe subvenciones de la Generalitat de Catalunya.
Si quieres leer nuestras noticias necesitamos tu apoyo.