Los líderes separatistas estuvieron engañando a sus seguidores durante todo el ‘procés’, calentando los ánimos y dando esperanzas sobre la proclamación de una República Catalana que sabían imposible. No tenían suficiente apoyo de los catalanes, ni apoyo internacional. No había ningún plan para conseguir la secesión, fue una huida hacia adelante que acabó encontrándose con el muro de Tribunal Supremo.
Tras el fracaso del golpe de Estado del 1 de octubre, y tras el encarcelamiento de sus líderes, el nuevo lema del ‘procesismo’ fue ‘Ho tornarem a fer’ [lo volveremos a hacer]. En vez de pedir disculpas por dividir a la sociedad catalana, por insultar al resto de españoles, por usar fondos públicos para intentar romper España y por engañar a todo el mundo, decidieron chulear y hablar de «presos políticos», «exiliados» y «justicia fascista».
Cómo los líderes separatistas saben que buena parte de sus partidarios ya no les creen, tras las mentiras del 1 de octubre, y tras sus pactos con el PSOE – al que acusaron durante años de ser ‘carceleros’ y un ‘partido del 155’ – han tenido que recurrir a su última carta para mantener prietas las filas e intentar recuperar apoyos: la teórica extinción de la lengua catalana por culpa de lo que llaman ‘lengua invasora’: el castellano.
Así, la lengua más usada por los catalanes, la castellana, sirve como punta de lanza contra esa España que quieren romper. Y repiten que «el catalán se muere» y que «han de salvarlo» y que «toda la sociedad catalana ha de unirse en esta labor». Y es que para el separatismo el hablar en catalán a todas horas es lo que demuestra que uno es catalán de verdad. Hablar español es de «colonos», «invasores» o «inmigrantes».
De ahí que cada dos por tres salgan estudios teóricamente académicos, que cuentan con dinero público, y que en tono apocalíptico hablan de la muerte del catalán porque muchos malos ciudadanos no la consideran una «lengua necesaria» o «útil».
Estos informes sirven de pretexto para que los líderes separatistas y sus aliados – PSC y Comunes – aprueben nuevas baterías de medidas represoras de los derechos lingüísticos de los castellanoparlantes y, sobre todo, nuevas partidas con ingentes cantidades de dinero público para «salvar a la lengua catalana». Y son apoyadas por una legión de entidades y federaciones como ‘Somescola’, Plataforma per la Llengua, Òmnium Cultural, UGT, CC.OO…
Para conseguir que Cataluña sea una «República» nada mejor que vender que «España quiere matar a la lengua catalana» y que es la acción constante de un Estado totalitario el que intenta erradicarla de la faz de la tierra. Tras cuarenta y cinco años de gobiernos nacionalistas en la Generalitat, gastando en cada ejercicio ingentes cantidades de dinero para «normalizar» el catalán, han fracasado por culpa de «España».
Cuarenta y cinco años derrochando miles de millones de euros en inmersión lingüística en las escuelas, en centros de normalización lingüística, en inspectores lingüísticos, en cursos de catalán, en TV3 y en un sinfín de medios de comunicación públicos y privados en catalán, en subvencionar a una legión de entidades y colectivos para potenciar el uso del catalán… y la responsabilidad de que el uso del catalán no sea el que ellos desean es de «España».
El concepto de «libertad individual», de respeto a la voluntad de los ciudadanos a expresarse en español – lengua oficial de España – no les importa. Se han empeñado en usar el catalán como herramienta identitaria y de adhesión política al independentismo y han conseguido que haya una amplia capa de catalanes que no quiera saber nada de la lengua catalana.
Y van a seguir por ese camino, porque lo que quieren no es «salvar el catalán», es conseguir que haya cada vez más catalanes que apuesten por la independencia de Cataluña y por la ‘República Catalana’. Y esa batalla ya la perdieron en octubre de 2017 y la volverán a perder cuando intenten el «ho tornarem a fer».
RUEGO: Le pedimos urgentemente ayuda para poder seguir con nuestra labor de apoyo al constitucionalismo y de denuncia de los abusos secesionistas, queremos seguir defendiendo una Cataluña leal a España y que aporte al proyecto común de todos los españoles. Si pueden les rogamos nos hagan una aportación económica sea 5, 10, 20, 50 euros o lo que deseen: hagan un donativo aquí.
Sergio Fidalgo relata en el libro 'TV3, el tamborilero del Bruc del procés' como a los sones del 'tambor' de la tele de la Generalitat muchos catalanes hacen piña alrededor de los líderes separatistas y compran todo su argumentario. Jordi Cañas, Regina Farré, Joan Ferran, Teresa Freixes, Joan López Alegre, Ferran Monegal, Julia Moreno, David Pérez, Xavier Rius y Daniel Sirera dan su visión sobre un medio que debería ser un servicio público, pero que se ha convertido en una herramienta de propaganda que ignora a más de la mitad de Cataluña. En este enlace de Amazon pueden comprar el libro.
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