
La asociación de estudiantes S’ha Acabat! ha denunciado cómo el Sindicat d’Estudiants dels Països Catalans (SEPC), un colectivo radical separatista que ha acosado y agredido en numerosas ocasiones a estudiantes constitucionalistas ha vandalizado la Universidad Pompeu Fabra con una gigantesca pintada con el lema «Dadnos clases en catalán».
«Que en la UPF algunos “defiendan” el catalán vandalizando el campus es de chiste. Menos pintadas y más estudiar: la universidad se la construye con ideas, no ensuciándola. Para algunos, la lucha obrera parece consistir en no aparecer por clase y, cuando lo hacen, en vandalizar la universidad. Y al final, ya sabemos todos quiénes acabarán limpiando lo que otros deciden ensuciar», ha dicho S’ha Acabat! denunciando este acto vandálico.
El SEPC ha protagonizado en los últimos años varios escraches y acosos violentos en varias universidades públicas, sobre todo en la UAB y la UPF, ante una frecuente indiferencia – rozando la complicidad – de los equipos rectorales. S’ha Acabat! se ha convertido en uno de sus objetivos favoritos, para intentar expulsar mediante el amedrentamiento la disidencia al separatismo.

S’ha Acabat! moviliza a una nueva generación de jóvenes. Su compromiso es con la unidad de España y, sobre todo, con la defensa de los derechos y libertades de todos los ciudadanos. Esto incluye, esencialmente, la defensa de la pluralidad de ideas en la sociedad catalana.
El activismo de la plataforma se centra a menudo en el ámbito universitario, un espacio históricamente hostil al constitucionalismo en Cataluña. Allí, estos jóvenes demuestran coraje al hacer frente a las presiones y la demonización de sectores independentistas y extremistas.
Representan, por tanto, la rebeldía y la libertad frente al pensamiento único que se pretende imponer. Su mera existencia es una prueba de que no todos los jóvenes catalanes se rinden al dictado de la Generalitat y sus herramientas de propaganda.
S’ha Acabat! no es solo una protesta, es un proyecto activo y constructivo. Defienden las libertades civiles dentro del marco común jurídico y político de España. Buscan que Cataluña tenga un futuro mejor, basado en la convivencia y el respeto. Ante la constante vulneración de los derechos y el miedo a expresar opiniones diferentes, la plataforma ha sido un refugio. Su eslogan es un «¡Basta ya!» modernizado contra las escenas de tensión en las calles y la hegemonía separatista.
Es encomiable la labor de estos jóvenes por defender la españolidad de Cataluña y el principio de igualdad de todos los españoles ante la ley. Su determinación es vital para la salud democrática en una comunidad marcada por la fractura social y política.
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