Que la Fiscalía pidiera prisión incondicional sin fianza para Josep Lluís Trapero indica que ve en la actuación del máximo mando de los Mossos d’Esquadra indicios de comportamientos delictivos.
La jueza no dictó su ingreso en la cárcel, pero ha pedido que comparezca cada quince días en una comisaría, le ha prohibido salir del país y le ha retirado el pasaporte. Que el Major de la policía autonómica catalana sea una persona sin pasaporte es una indignidad para el conjunto de los ciudadanos catalanes, que no pueden confiar que alguien así sea el garante de su seguridad.
Trapero debería ser suspendido temporalmente de sus funciones hasta que se aclare su situación judicial. Su cargo implica ejemplaridad, que en este caso no se cumple.
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