Gonzalo de Oro, presidente del grupo municipal de VOX en el Ayuntamiento de Barcelona, repasa en esta entrevista diversas cuestiones relacionadas con la lucha contra la delincuencia y la okupación ilegal en la capital catalana.
¿Qué soluciones plantea VOX Barcelona en materia de seguridad?
Muchas, para nosotros la seguridad es una obsesión. Pero quizás lo primero es analizar qué hace que Barcelona sea la ciudad más insegura de España. A diferencia del resto de partidos, en VOX creemos que es fundamental llegar al origen de los problemas sin complejos ni miedos, porque es imposible solucionar la delincuencia sin analizar quién comete los delitos. Lo que no se puede hacer, por buenismo, es tapar la realidad y los datos. Y la realidad es que la inmigración ilegal es sin duda el motivo más importante de que estemos como estamos. Eso no es ser racista porque no es un problema de color de piel, es saber leer los datos oficiales sin taparse los ojos. Insisto, es imposible arreglar un problema escondiéndolo o negándolo. Hay que ponerlo sobre la mesa con naturalidad y a partir de ahí buscar soluciones.
¿Cómo fundamenta esta afirmación?
Los datos policiales son demoledores. El 90% de los detenidos por hurto en Barcelona son extranjeros; el 83,5% de los robos con violencia los cometen extranjeros, y tres de cada cuatro violaciones también. Esta es una realidad que muchos partidos prefieren obviar, pero nosotros creemos que, si no se llega al origen de los problemas, es muy difícil encontrar soluciones. Dicho de otra forma, el que niega el origen del problema es imposible que pueda solucionarlo.
Okupaciones…
Con el tema de la ocupación ilegal ocurre algo similar. Durante muchos años, en esta ciudad se ha alentado, de alguna forma, la ocupación y Barcelona se ha convertido en “La Meca” europea de los okupas. Es necesario garantizar la seguridad jurídica, garantizar al propietario que puede echar a un okupa en 24h sin largos procesos judiciales como ocurre en los países de nuestro entorno. Y el primero que debe dar ejemplo es el propio ayuntamiento de Barcelona que tiene decenas de inmuebles okupados, es lamentable. La antigua fábrica “La Escocesa” es un claro ejemplo de su nefasta gestión, el ayuntamiento compró el edificio hace 8 años por 10 millones y en lugar de hacer vivienda protegida, permitió que se okupara y si se ha desokupado recientemente, ha sido por la presión y las denuncias constantes de VOX que han retratado a Collboni y a Colau. La ocupación es un atropello a la propiedad privada que es sagrada. Tu casa es tu casa y nadie tiene derecho a arrebatártela.
¿Sigue el alcalde Collboni la política de Colau en esta materia?
Collboni tiene la gran suerte de que venimos de algo tan malo que mucha gente se siente aliviada y se conforma con muy poquito. Si uno está sin comer y pasa de no tener ningún alimento a comer bazofia, se puede considerar una ligera mejora. Pero lo normal sería aspirar a comer una dieta equilibrada y alimentos en buen estado, ¿no? Collboni es Colau con corbata y una falsa sonrisa.
Hay personas que se conforman porque el alcalde recibe al Rey, que es lo mínimo que puede hacer institucionalmente un alcalde, y con ese tipo de gestos se dan por contentas. Pero la realidad es que todas las políticas que está aplicando Collboni son exactamente las mismas que impulsaba Ada Colau, porque las llevaban juntos. Colau y Collboni han gobernado juntos los últimos años la ciudad de Barcelona, que nadie se olvide. Son dos caras de la misma moneda.
Y ahora, aunque Colau ya no esté, la verdad es que todo sigue igual: en movilidad, en políticas sobre ocupación, en seguridad o incluso contra el turismo —y digo “contra el turismo” a propósito—. Se están aplicando las mismas medidas que antes. Si se hace lo mismo, no podemos esperar resultados mejores. Por eso, en casi todo, estamos igual o incluso peor que con Colau. Nos venden que se han reducido un poquito los hurtos, pero no nos dicen que se han disparado los robos con violencia y las violaciones.
¿Tiene la Guardia Urbana confianza política y los medios necesarios para poder hacer adecuadamente su trabajo?
Sus agentes llevan muchísimos años completamente abandonados, dirigidos por unas personas que odian la autoridad y odian la ley como concepto, como era el caso de la señora Colau. Para un policía es complicado trabajar así, el garante de la ley y del orden, debe tener apoyo incondicional de sus jefes políticos para poder trabajar bien.
¿Qué problemas tienen los agentes?
Cuando hablamos con los guardias urbanos te cuentan que tienen unos niveles de bajas estratosféricos, una desmotivación total y falta de medios. Ahí está como ejemplo el tema de las pistolas táser, que lo puso Vox sobre la mesa hace dos años, el resto de grupos nos llamó de todo y al final parecía que, aunque con 22 pistolas nada más, que es una miseria, se iba a poner en marcha. Pero entre que el gobierno municipal y sus socios propusieron un reglamento tan garantista que hacía casi imposible su uso y la irresponsabilidad de Junts que votó en contra, nos encontramos con que la Guardia Urbana de Barcelona es una de las pocas policías locales de Cataluña que no dispondrá de pistolas táser en los próximos años.
Las leyes tampoco ayudan porque los delincuentes son detenidos, pero vuelven a salir a la calle a las pocas horas y eso provoca desmotivación e impotencia en los cuerpos policiales, pues hacen su trabajo, pero de poco sirve.
Tampoco tienen otros medios materiales necesarios como cámaras personales, porque hoy en día, por desgracia, parece que de entrada un policía es un presunto maltratador y necesitan poder grabar sus actuaciones, ya que si hay problemas con los delincuentes muchas veces el Ayuntamiento no les ampara. Son cosas que están ocurriendo hoy en día y que hay que cambiar.

¿Qué les diría a los vecinos para intentar que Barcelona vuelva a ser una ciudad segura?
Lo más importante es analizar por qué estamos como estamos, como dije antes. Abordar sin miedos la inmigración ilegal es fundamental, porque los datos oficiales lo demuestran, no lo decimos nosotros.
VOX es muy claro y no cambia de opinión en función de sondeos: todo inmigrante ilegal debe ser deportado, y también aquellos que, estando en situación legal, hacen de la delincuencia su modo de vida. No tiene sentido que cualquiera pueda venir a España y hacer lo que le dé la gana. Aquí se viene por la puerta principal, con nuestro visto bueno, y se viene a aportar, a sumar, que es precisamente lo que hace la gran mayoría de los extranjeros y que son los primeros que están hartos de que otros manchen su nombre.
Creemos que las personas deben venir con un contrato de trabajo, como hicimos los españoles cuando tuvimos que emigrar: venir a trabajar, integrarse y respetar las leyes. Eso es lo normal, lo que cualquier país serio y con sentido común debe exigir. Si la inmigración ilegal fuera buena, no sería ilegal.
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