
La jerarquía eclesiástica catalana sigue permitiendo que templos alrededor del territorio de esta comunidad autónoma sigan siendo instrumentalizados por el separatismo más fanático para sus fines políticos. Juan José Omella, arzobispo de Barcelona y presidente de la Conferencia Episcopal Española es el máximo responsable.
Pero este uso político de los centros de culto es aún más grave tras una epidemia en la que han muerto cerca de cuarenta mil personas en España, y que debería centrar los mensajes de solidaridad de la Iglesia.
Una de los centros de culto más emblemáticos de Barcelona, la parroquia de Sant Medir, en el barrio de Sants, luce en su fachada varias pancartas de signo secesionista, una de ellas indica que España no es una democracia plena al tener “presos políticos” en sus centros penitenciarios.
También luce la pancarta “democràcia” de una campaña de la entidad secesionista Òmnium Cultural. No falta otra pancarta publicitaria de un centro escolar religioso. Pero no hay una sola pancarta en solidaridad con las víctimas de la epidemia y sus familiares.

(NOTA: En estos momentos de crisis y de hundimiento de publicidad, elCatalán.es necesita ayuda para poder seguir con nuestra labor de apoyo al constitucionalismo y de denuncia de los abusos secesionistas. Si pueden, sea 2, 5, 10, 20 euros o lo que deseen hagan un donativo aquí).
no recibe subvenciones de la Generalitat de Catalunya.
Si quieres leer nuestras noticias necesitamos tu apoyo.