Mientras que una ciudadana suiza y española residente en el cantón de Valais, Suiza, denunciaba las publicaciones insultantes, humillantes y claramente supremacistas del periódico on-line “L’1Dex” sobre la base de la norma penal antirracista contenida en el artículo 261 bis del Código Penal suizo, el magistrado suizo a cargo del caso decidió que era permisible arrastrar a la población española al fango.
En tres actas, limpió el seudónimo, que también es muy activo en Twitter, “Gabriel Laflèche”, quien obviamente no tiene el valor de asumir la responsabilidad de sus palabras. Este por otro lado, ¡podrá seguir insultando públicamente a los españoles! ¡Y todo gracias al fiscal! A continuación, el magistrado desnaturalizó a la población española al eliminarle cualquier tipo de cualificación racial, éticas y religiosa, para que, según su opinión, la norma penal no fuera aplicable.
En otras palabras, ¡la población española no es nada! ¡Y tenemos derecho a pisotearla! Cuando intentamos desalojar el supremacismo por la puerta, regresa por la ventana. Por último, el representante del poder judicial valesano, consideró que los insultos contenidos en los artículos denunciados publicados en 2018 en internet podían entenderse como destinados al Estado español que invalida un referéndum y no al pueblo español.
Visto lo que antecede, es preocupante su nivel de conocimiento del expediente. El fiscal debería haberse preguntado qué es realmente un referéndum. Tanto sobre las condiciones legales y constitucionales que lo permiten como sobre los requisitos de su organización. Además, el fiscal del caso escribe que existe una oposición entre la autonomía catalana y el Estado español ¡Qué poco conocimiento de la situación!
Así pues, escribir que los españoles son brutales, incultos, atrasados y que apestan es algo que para este magistrado está permitido. Para el fiscal suizo, pues, también es lícito decir que los españoles están enamorados de la dictadura y que sus periódicos tratan de competir con el papel higiénico. Cabe destacar que detrás de “L’1Dex” encontramos a la pareja Stéphane y Béatrice Riand, que son aficionados de Carles Puigdemont y a los golpistas del 1 de octubre de 2017 en la autonomía catalana.
François Meylan
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