El centro médico privado Creu Blanca, que tiene varios centros en Barcelona, ofrece pruebas para testar y certificar si un paciente tiene el virus COVID-19 por 250 euros. No es fácil conseguir la realización de un test de este tipo en la sanidad pública por falta de medios.
En la web de este centro sanitario, a fecha 7 de abril, se asegura que estas pruebas son indicadas para «personas que necesiten conocer el estado de contagio o de inmunidad frente al COVID-19; acceder al puesto de trabajo con seguridad o salir del aislamiento domiciliario».
Este certificado, que va firmado por un médico, se compone de dos pruebas. Primero se realiza un «PCR con frotis nasal y faríngeo«. El centro informa que si el resultado es «positivo nos indica que es portador del coronavirus y, por tanto, contagioso; y si es negativo puede no haber sufrido la enfermedad o ya haberla superado».
La segunda prueba es de «determinación de Anticuerpos IgM e IgG. Si el resultado de este es positivo indica que la persona ha estado en contacto con el virus y tiene inmunidad o la está desarrollando. Si es negativo la persona no ha desarrollado inmunidad frente al virus».
«La determinación de ambas pruebas nos indicará el estado actual de inmunidad» aseguran. Con el resultado de ambas el centro expide un «certificado de inmunidad
emitido por un médico responsable, después de una exploración médica y una vez valorados los resultados analíticos».
Entregan los resultados en 24 horas tras analizar la analítica y el precio es de 150 euros por el PCR; 50 € por la de anticuerpos IgM e IpG y otros 50 euros por el certificado de inmunidad.
Otras empresas privadas del sector de la salud también prestan este servicio, por ejemplo las detalladas en este reportaje de Libre Mercado.
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