El secesionismo sigue en la fase infantil de la política. Tras fracasar en su intento de golpe de Estado, y comprobar que la democracia usa las leyes para defender los derechos de todos los ciudadanos, sigue en la fase declarativa, para no pasar la línea que signifique que están delinquiendo, pero que al mismo tiempo mantenga la “ilusión” de la “República catalana”.
El lunes hubo una reunión en Waterloo para impulsar el “Consell de la República”, un chiringuito para que Carles Puigdemont mantenga cierto protagonismo sobre la política catalana. El problema es que el ex presidente fugado por la justicia se está desvaneciendo poco a poco hacia la irrelevancia.
A dicha reunión no fue la CUP, ni ningún primer espada de Esquerra Republicana, ANC o Òmnium Cultural. A la presentación de lo que debería ser el “gobierno en el exilio” de la “República catalana” hubo más ausencias que apoyos. Puigdemont ha perdido el respeto de buena parte del secesionismo.
Además, el PDeCAT no está por la labor de integrarse en la Crida que Puigdemont intenta promover, como un movimiento político alrededor suyo. Ni el PDeCAT, ni casi nadie. Al final será el club de ‘Carles el fugado’ y amiguetes. Poco más. Bueno es que alguien que es un prófugo de la Justicia poco a poco pierda protagonismo en la política catalana.
Puede comprar el último libro de Sergio Fidalgo ‘Usted puede salvar España’, un ensayo con consejos para que cualquier ciudadano contribuya al combate democrático contra el nacionalismo catalán en este enlace de Amazon. Y ‘El hijo de la africana’, una recopilación de artículos de Pau Guix críticos con el nacionalismo catalán en este enlace de Amazon.
no recibe subvenciones de la Generalitat de Catalunya.
Si quieres leer nuestras noticias necesitamos tu apoyo.