Los CDR catalanes no son ni más ni menos que la versión actualizada de lo que habían sido Maulets o después Arran y ahora parece que La Forja.
En su denominación actual se han convertido en la versión de “espardenyes i barretina” de los Comités de Defensa de la República Cubano-Bolivarianos, llevan tiempo actuando con total impunidad en muchas localidades catalanas, cada verano, de una manera u otra, con una denominación u otra, monopolizan las ‘Festes Majors’ de muchos pueblos y ciudades catalanas, Fiestas que utilizan como altavoz y posiblemente como banderín de enganche y fuente de financiación de sus actividades.
La situación actual en Catalunya los ha puesto en el disparadero, sus últimas acciones, ocupando peajes y levantando las barreras de las autopistas durante estas vacaciones de Semana Santa ha abierto noticiarios televisivos, radiofónicos y portadas de diario, y a pesar, de que podría escribir durante horas de las ‘hazañas’ de estos individuos es en los peajes en lo que me quiero centrar.
Lo que supuestamente es un favor a los automovilistas, no pagar los peajes, no es tal, al final, me temo, que el sr. Salvador Alemany, ex-asesor de Artur Mas e independentista confeso, que dirige la empresa propietaria de las autopistas catalanas acabará cobrando, bien de la Generalitat, bien del propio Estado, por lo que acabaremos pagando todos los contribuyentes las barbaridades de estos ‘carrers borroka’ que no nos hacen ningún favor, ni nos ahorran peajes ni benefician en nada a la primera industria catalana y por ende española, el turismo.
Pero como mataroní me gustaría centrarme en mi comarca, el Maresme, donde pagamos el peaje más antiguo de España, una autopista inaugurada en 1969, el año que viene hará 50 años, que hemos pagado y repagado, cuyo peaje, que depende de la Generalitat, C-32, se ha prorrogado en 2 ocasiones, y que como ya han anunciado desde la Generalitat, el anterior Govern presidido por Puigdemont tienen intención de prolongar más allá de 2021, año en que finaliza la actual concesión.
A pesar de correr el peligro de darles ideas, ya sé que ellos no van muy sobrados, llama la atención que este peaje no haya sido uno de los escogidos por los CDR para levantar barreras, quizá el más simbólico de Catalunya, el más veterano, el más amortizado, el que más perjudica el desarrollo de ciudades como Premià de Mar, Mataró o Pineda, con las tasas de paro más altas de Catalunya, no ha merecido el honor de recibir la visita de estos individuos.
No quisiera ser mal pensado, pero por aquello de piensa más y acertarás, se me ocurren varias explicaciones al tema. Los componentes de los CDR del Maresme estaban de vacaciones, opción factible ya que muchos de ellos son niños de casa bien.
No se han atrevido a ir contra la gallina de los huevos de oro de los peajes catalanes cuya empresa propietaria está dirigida por un Independentista confeso. O bien, les han tocado la cresta y les han dicho que el peaje de Vilassar no se toca.
Cualquiera de ellas es descabellada, pero también descabelladamente posible. Tanto como las campañas que encabezaba ERC del ‘Catalunya Lliure De Peatges’, de las que con el tiempo nunca más se supo y que se han convertido con los años en propuestas de alargarlos con subterfugios como la Euroviñeta, o pagar para el mantenimiento de la vía, propuestas de los ‘Governs’ Catalanes responsables de esta autopista. Eso sí, la culpa es como siempre de España… y todo igual.
José Manuel López González
Regidor Portaveu Grup Municipal PPC Mataró
no recibe subvenciones de la Generalitat de Catalunya.
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