
La CUP decidió edulcorar la imagen de sus candidatos en algunas grandes ciudades, o al menos eso se desprendía de la vestimenta que algunos de sus candidatos lucieron en los debates televisivos de las elecciones municipales del 26 de mayo.
Pero este experimento ha cosechado un auténtico fracaso, y el look «Nuevas Generaciones» de Rosa Peñafiel, la candidata de la CUP-Crida en Lleida y la de Anna Saliente, la alcaldable por Barcelona, no ha funcionado.
Saliente no ha conseguido renovar los 3 regidores (7,42% del voto) que la CUP consiguió en el 2015, y se ha quedado con un 3,89%, lejos de la barrera del 5% para conseguir representación.
Peñafiel tampoco ha logrado reeditar los 2 regidores que consiguió la CUP-Crida en el 2015. El look «arreglado y formal» de esta política que ejerce como directora comercial de una empresa ha conseguido que esta formación anticapitalista y antisistema haya pasado del 8,75% al 4,32%.

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