El escritor y miembro de la Real Academia de la Lengua Félix de Azúa (Barcelona, 1944) acaba de publicar Volver la mirada (Debate), un volumen que recoge sus ensayos sobre pintura y arquitectura. Agudo y sin pelos en la lengua, el ensayista ha respondido a nuestro cuestionario sobre el siempre controvertido conflicto catalán.
Ha comparado al Gobierno de Torra con la liga italiana o los lepenistas franceses. ¿Qué tienen en común?
Son partidos de extrema derecha, nacionalistas, excluyentes y xenófobos.
También ha denunciado que en las escuelas catalanas se eduque en “el odio a España”. ¿Qué les diría a los que niegan que tal adoctrinamiento exista?
No hay que argumentar con los fanáticos. Quien niegue el adoctrinamiento es un cínico o algo mucho peor, un perfecto bobo.
El separatismo marchó recientemente por las calles de Madrid bajo el lema “La autodeterminación no es delito, es un derecho”. ¿Puede considerarse así?
No hay una sola constitución europea que lo admita. Para que fuera un derecho debería entrar en la constitución, de modo que es muy fácil: que se someta a referéndum.
La Generalitat ha sostenido que exhibir lazos amarillos en los edificios públicos forma parte de la “libertad de expresión”. ¿Es un argumento consistente?
No, por Dios, es la típica excusa de ese predelincuente que cree que los españoles son tontos sólo porque Sánchez le protege.
Según datos recientes, los partidos separatistas tienen cuatro veces más cobertura en TV3 que los constitucionalistas. Sin embargo, el Consejo Audiovisual Catalán (CAC) sigue defendiendo que este canal es “uno de los medios más plurales”. ¿Cómo se entiende?
Observe usted los sueldos del Consejo.
Usted fue uno de los padres intelectuales de Ciudadanos. ¿Cómo valora su decisión de no pactar con el PSOE tras las elecciones?
Un error. Una cosa es no pactar con Sánchez, que me parece obvio, y otra con el partido. El partido no es Sánchez, por fortuna.
Un senador de Podemos ha renunciado a ir al Congreso por el “perfil independentista” de la lista. ¿Le parece congruente la postura de este partido ante el conflicto catalán?
Hay un libro de Félix Ovejero que lo explica estupendamente: La deriva reaccionaria de la izquierda. Los partidos que dicen estar en la izquierda en realidad se han deslizado a la extrema derecha.
Mientras unos abogan por resucitar el catalanismo para reconducir la situación actual, otros consideran que éste no es más que la antesala del separatismo. ¿Quién está en lo cierto?
Hace años el catalanismo lo podía asumir incluso Felipe González. En la actualidad es inviable. Cuando las derechas catalanas se recompongan, a lo mejor regresa el catalanismo. Mientras sigan en manos de trabucaires es imposible.
Son muchos los que han mostrado su preocupación por la fractura social existente en Cataluña. ¿Qué deberíamos hacer para superarla?
No tengo ni idea. Son los propios catalanes quienes tarde o temprano deberán recomponer su sociedad. Y si no lo hacen, seguirán cociéndose a fuego lento años y años y años.
Por Óscar Benítez
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