Salva Tovar es uno de los pocos regidores de Ciudadanos que consiguieron mantener el acta tras la debacle naranja en las elecciones municipales de mayo de 2023. Tanto él como Dimas Gragera lograron ser reelegidos por los ciudadanos de Santa Coloma de Gramenet. Y ambos pactaron con Núria Parlon entrar en el equipo de gobierno municipal. Ese es su baldón, ser socio de un PSC encamado con el separatismo, aunque la clave local a veces se nos escapa a muchos.
Tanto Tovar como Gragera provienen del sector más combativo de Cs, el que nació para defender los derechos lingüísticos de los castellanoparlantes frente a los abusos de los radicales separatistas empeñados en desterrar a la lengua más hablada por los catalanes, el castellano, como lengua de uso social.
En uno de esos típicos rifi-rafes en redes sociales Tovar cometió una ligereza, pero con un trasfondo muy auténtico. «Yo, esa ley, sinceramente no la respetaré, ya me pueden denunciar, nazis»» respondió Tovar a un tuitero separatista que exigía a la policía local de Santa Coloma que usara el catalán como lengua vehicular de las comunicaciones institucionales, para cumplir la Ley de Política Lingüística. Tovar es el regidor de Seguridad del municipio.
Tovar cometió el error de decir que no cumpliría la Ley, porque nosotros – los constitucionalistas – no somos como los golpistas separatistas que se saltan todas las leyes que no le gustan, desde la Ley de Banderas a las sentencias judiciales. E hizo bien en borrar el tuit y pedir disculpas. Pero Tovar tiene razón, somos muchos los que estamos hartos de una banda de intolerantes que se empeñan en despreciar el castellano, la lengua materna de millones de catalanes.
Estamos hartos que los mismos que «exigen» sus «derechos lingüísticos» para imponer el catalán a sangre y fuego apoyen a los humoristas que en TV3 o en Catalunya Ràdio, cuyos sueldos pagamos todos los catalanes, para que digan «puta España»; se rían de andaluces, extremeños o gitanos o comparen a la Capitanía Militar de Barcelona con una casa de putas. Hablo de Joel Díaz, Jair Domínguez, Peyu o Toni Soler. Y hay muchos más.
Estoy con Salva Tovar en su primera reacción porque tiene razón al enfadarse tras ver como cada día hay miles de padres que ven violados sus derechos lingüísticos cuando se les niega enseñanza en español para sus hijos por parte de esos hispanófobos intolerantes que solo saben gritar «a Catalunya, l’escola en català», pasándose la lengua materna de esos niños por sus entrepiernas.
Estoy con Salva Tovar en su primera reacción porque estoy harto de que una panda de fascistas se dediquen a acosar y a señalar a médicos, panaderos, dependientes, comerciantes o enfermeros – entre otras profesiones – por hablar español y atender en español en España. ¡Sí, hay que recordar a los adictos a los «drets lingüístics» que Cataluña es España, y que hablar en español es un derecho y un deber!
Bien hizo Tovar en disculparse, porque es un cargo público y la ley se ha de respetar, aunque sea una ley injusta y que viola los derechos de muchos ciudadanos. Lo que hemos de hacer es luchar para derogarla. Pero Tovar no debe insistir en pedir perdón, ni dar más explicaciones. Los que le acosan nunca se disculpan por pisotear los derechos lingüísticos de los castellanoparlantes, ni por apoyar el «puta España», ni por reivindicar el golpe de Estado del 1 de octubre, o por llenar de basura amarilla las calles, escuelas, bibliotecas y otros edificios públicos.
Muchos separatistas son racistas y supremacistas, y sus diputados se atrevieron a escoger a alguien políticamente despreciable como Quim Torra como presidente de la Generalitat, el que dijo que éramos «bestias con forma humana» con «taras en el ADN». Salva, ánimo y ni un paso atrás. Muchos te apoyaremos si defiendes la senda de la dignidad. Un abrazo y muchos ánimos.
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Sergio Fidalgo relata en el libro 'TV3, el tamborilero del Bruc del procés' como a los sones del 'tambor' de la tele de la Generalitat muchos catalanes hacen piña alrededor de los líderes separatistas y compran todo su argumentario. Jordi Cañas, Regina Farré, Joan Ferran, Teresa Freixes, Joan López Alegre, Ferran Monegal, Julia Moreno, David Pérez, Xavier Rius y Daniel Sirera dan su visión sobre un medio que debería ser un servicio público, pero que se ha convertido en una herramienta de propaganda que ignora a más de la mitad de Cataluña. En este enlace de Amazon pueden comprar el libro.
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