Los separatistas no han encajado nada bien la presencia de la Unidad Militar de Emergencias tanto en Navarra como en Cataluña.
Hace pocos días pudimos ver como Bildu invitaba a los ciudadanos del casco viejo de Pamplona a hacer una cacerolada mientras los miembros del Ejército desinfectaban sus calles.
Lamentablemente hemos visto como han intentado torpedear su labor, como han tratado de esconder su lucha sin descanso contra el COVID-19. Además hemos visto a un concejal de la CUP en Vic pidiendo a sus “fieles” que le tosieran en la cara.
También pudimos ver como la diputada en el Congreso de la CUP Mireia Vehí, aseguraba que los niños españoles tenían miedo de ver al Ejército en las calles.
Este miércoles, Gabriel Rufián, ha llevado su típico discurso victimista y demagógico hasta el Congreso donde ha asegurado que “nosotros al Ejército no le tenemos manía, le tenemos memoria“.
El diputado de Ciudadanos, Guillermo Díaz, no ha perdido la ocasión de vapulear al separatista portavoz de Esquerra, alabando el trabajo del Ejército y asegurando que “el nacionalismo es la única ideología que es capaz de insultar al que te va a salvar la vida“.
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