Un tren de cercanías con destino Estación de Francia, que paró en Bellvitge, Sants y Paseo de Gracia, que circuló el jueves sobre las 16:30 tenía un panel que estaba sobre una de las puertas parcialmente desprendido, siendo especialmente aparatosa su visión cuando se intentaba acceder al convoy.
La decadencia del servicio de Rodalies – cercanías – en los alrededores de Barcelona es cada semana más evidente, fruto de la mala labor de la Generalitat – responsable de la gestión – y del Ministerio de Transporte – responsable de las infraestructuras ferroviarias.
Los continuos retrasos, averías y problemas están desesperando a los usuarios de este servicio. Además, docenas de estaciones de Rodalies tienen las escaleras mecánicas y/o los ascensores sin funcionar, dado que ha cambiado la compañía que hace el mantenimiento y desde hace semanas problemas burocráticos dificulta la movilidad de los viajes en estas estaciones.
Algunos de los convoyes presentan deficiencias, en el sistema de ventilación, en los lavabos o, como en este caso, en los panales. En verano algunos de ellos desprenden agua desde el sistema de refrigeración y mojan el suelo de los convoyes, poniendo en peligro a los viajeros que pueden resbalar.

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