Comisiones Obreras y UGT son los grandes aliados del separatismo catalán, se han plegado a sus exigencias y han olvidado que su principal deber es defender a los trabajadores, no a los partidos independentistas. CC.OO aún intenta, de vez en cuando, disimular su servilismo hacia el secesionismo catalán, aunque sin mucho afán.
Pero UGT Cataluña no puede, porque está copada por dirigentes independentistas. Su secretario general, Camil Ros, proviene de Maulets, una entidad de la izquierda separatista más radical, que mantenía lazos con las juventudes de Batasuna, Jarrai. Comparte origen político con Cesc Poch, la mano derecha del actual secretario general de la UGT a nivel nacional, Josep Maria Álvarez, del que es su jefe de gabinete.
Es cierto que tanto Poch como Ros pasaron de la ‘Jarrai’ catalana a las juventudes de ERC y abominaron de la ‘lucha armada’ como método político. Pero son dos destacados militantes independentistas que han trabajado desde hace décadas para convertir a UGT en una correa de transmisión de los intereses separatistas.
Las sectoriales de Educación de UGT y Comisiones Obreras forman parte de Somescola, una organización cuyo lema es “por un país de todos, la escuela en catalán”. Por supuesto, para ellos “país” es Cataluña y el castellano no tiene cabida en las aulas, porque si la enseñanza no es “en catalán” entonces el “país” no es “de todos”. En esto se han convertido UGT y CC.OO, en una herramienta del separatismo más radical.
NOTA: En estos momentos de crisis y de hundimiento de publicidad, elCatalán.es necesita ayuda para poder seguir con nuestra labor de apoyo al constitucionalismo y de denuncia de los abusos secesionistas. Si pueden, sea 2, 5, 10, 20 euros o lo que deseen hagan un donativo aquí en el módulo de donaciones de Ediciones Hildy).
no recibe subvenciones de la Generalitat de Catalunya.
Si quieres leer nuestras noticias necesitamos tu apoyo.