C.S. Lewis, uno de los mejores escritores del siglo XX, nació en Belfast en 1898 y se convirtió en un erudito, especializado en literatura inglesa medieval y renacentista. Fue profesor en Oxford y en Cambridge, y amigo de Tolkien, el señor de los anillos.
Lewis, autor de la serie Narnia, creía que los relatos infantiles que sólo gustan a los niños son relatos infantiles malos. Pero también que ninguna obra puede tener éxito sin un acto previo de buena fe por parte de su lector. Y entendía que quien se contenta con ser sólo él, acaba por ser menos que él y se instala en una prisión.
C.S. Lewis sostenía que “no hay que tratar a los niños con condescendencia ni idolatrarlos, tenemos que hablar con ellos de hombre a hombre (…) debemos procurar no hacerles daño y, al amparo de la omnipotencia, atrevernos a esperar hacerles algún bien, pero sólo un bien que no suponga dejar de tratarlos con respeto”. Son reflexiones a releer y que ofrecen un vivir bello e integrador.
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