Vayámonos, si me lo permiten, al siglo XI. Menos lejos de lo que parece. En la valenciana localidad de Xàtiva, refugiándose de las refriegas de taifa, Ibn Hazm de Córdoba escribió El collar de la Paloma, un refinado y bello canto de amor; tenía 28 años de edad. Rescatemos aquí, en este rincón, dos frases ahí contenidas. “El atender el hombre a sus propios asuntos y el preocuparse por corregirse a sí mismo es mejor que seguir pendiente de los tropiezos de los demás”. Huelgan comentarios.
Ibn Hazm sostiene que “lo que más ocurre es lo que no se espera. La decisión firme consiste en estar preparado para lo que de ningún modo se espera”. Por eso hay que cultivar las potencias del alma: memoria, entendimiento y voluntad. Pasan muchas cosas inesperadas, difíciles o imposibles de prever. Vivir sin pánicos, vivir con sensatez, la que da la razón y el valor.
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