Santa Coloma de Gramanet tiene una población de casi 118.000 habitantes, que provienen en su inmensa mayoría de la población del resto de España que vino a vivir a Cataluña durante los años cincuenta y sesenta del siglo pasado. Gente honrada y trabajadora que vino aquí para aportar su fuerza de trabajo y engrandecer a nuestra Comunidad. Sin embargo Santa Coloma ha recibido una ola migratoria de personas provenientes de África, Asia y América, de los que la gran mayoría de ellos han venido para buscar una nueva oportunidad en su vida, trabajando como lo hacían en su tiempo los andaluces, extremeños, castellanos y gallegos colomenses, aunque no podemos obviar a un número considerable de ellos, que han venido con otras intenciones relacionadas con la inmigración ilegal, la búsqueda se subvenciones sociales ajenas al trabajo, la ocupación ilegal de viviendas y la delincuencia.
Los gestores del Ayuntamiento de Santa Coloma han sido incapaces de regular esta inmigración descontrolada, generando un efecto llamada para inmigrantes gandules que no quieren trabajar, y que solo aspiran a vivir de ayudas municipales. El Ayuntamiento ha estado regido ininterrumpidamente por el PSC desde hace treinta y un años, y ha convertido una población tradicional de españoles trabajadores, en un remanso de delincuentes y de inmigrantes ilegales. No en vano, según los datos de criminalidad del Ministerio del Interior, se han producido más de 4.000 delitos en 2021 y desde entonces han ido en progresivo aumento hasta el año en curso.
Los datos oficiales se constatan cuando uno tiene una experiencia personal que los corrobora; por ello recuerdo un día cuando me encontraba en mi condición de abogado en los asientos del vestíbulo de la Comisaría de los Mossos de Escuadra en el barrio de Singuerlín. La espera fue larga y permanecí en ese lugar durante una media hora, pudiendo constar una entrada regular y constante de ciudadanos y ciudadanas que denunciaban tirones del bolso o de la gargantilla de oro en el cuello, robos en pisos, robos de motocicletas y otros delitos.
En un momento en el que el saturado agente de recepción no tenía a nadie que atender, le pregunté si eso era a diario y me contestó afirmativamente, aseverando que habían tenido que habilitar una Oficina de denuncias en el centro de la ciudad, para desaturar la Comisaría de Singuerlín, y para que los colomenses no tuviesen que subir hasta allí arriba. También recuerdo el caso de una señora viuda, que cometió el error de irse a su pueblo de la provincia de Jaén para visitar a su familia, y cuando volvió encontró su casa ocupada. Acudió al Ayuntamiento y se le dijo que los ocupantes eran beneficiarios de ayudas sociales, y si quería recuperar su casa se buscase un abogado.
Lamentablemente Santa Coloma como otras localidades del área metropolitana de Barcelona gobernadas por el PSC, se han convertido en un “paraíso socialista” que por la pobreza y degradación social, recuerda a ciudades sudamericanas regidas por el socialismo bolivariano, porque el modelo económico es el mismo: destruir el tejido económico para generar una nueva sociedad empobrecida, que dependa para vivir de las migajas con forma de paguitas y subvenciones que les da el Estado y los ayuntamientos, En VOX tenemos un programa radicalmente diferente, en el que se premia la cultura del trabajo y del esfuerzo, como esos colomenses del sur de España que vinieron en los años 50 y 60, pero ayudando económicamente a las personas que realmente necesitan esa ayuda como los pensionistas, las viudas, y todas las persona que carecen de recursos económicos porque no tienen capacidad de acceso al mercado de trabajo.
Tampoco podemos olvidar que el Ayuntamiento socialista de Santa Coloma ha estado plagado de casos de corrupción graves, como el del exalcalde Bartomeu Muñoz, alias “Bartocho”, que fue condenado a 5 años y 8 meses de prisión por el caso Pretoria, cuya teniente de alcalde era la señora Nuria Parlón, actual alcaldesa, de la que cuesta creer que no tuviera conocimiento de esas prácticas que se estaban cometiendo en el consistorio. Pero además la actual alcaldesa se pronunció de manera inequívoca a favor de la celebración del referéndum de independencia del 1 de octubre de 2017, y veinte días después dimitió como secretaria de la Comisión de Cohesión e Integración de la Ejecutiva Federal del PSOE, como protesta por el apoyo de su partido a la aplicación del artículo 155 de la Constitución, siendo sustituida por la alcaldesa de Hospitalet Núria Marín.
Con estos antecedentes sin duda hará muy buenas migas con al candidato de ERC Gabriel Rufián, que si consigue entrar con representación en el Ayuntamiento de Santa Coloma en las próximas elecciones municipales de 27 de mayo, tendremos un bloque separatista en Santa Coloma -como ensayo previo a un futuro Tripartito en la Generalitat- tan ajeno a los colomenses que provienen del resto de España, como de los colomenses que provienen del resto del mundo.
Santa Columba de Córdoba, también conocida como Santa Columba de España, fue una santa andaluza como muchos colomenses, que fue decapitada por los musulmanes en el año 853 por profesar la fe cristiana, y su cuerpo arrojado al río Guadalquivir. Un nuevo ejemplo de la coexistencia pacífica entre musulmanes y cristianos. Con los actuales titulares del Ayuntamiento de la ciudad, Santa Coloma corre el peligro de perder el epíteto de “Santa”, como ya ocurrió durante la República Española cuando fue denominada oficialmente “Gramanet de Besós”, o como ha ocurrido recientemente de la mano de una alcalde de ERC con Sant Carles de la Rápita, que ahora se denomina “La Rápita”. Evidentemente nos tememos que esta es una tarea pendiente que tiene en su agenda el candidato a la alcaldía Gabriel Rufián.
Santa Coloma se merece algo mejor, por ello desde VOX presentamos nuestra candidatura para gobernar una ciudad tan española como catalana, con la mente puesta en sus habitantes, para dignificar su ciudad y para dignificar su Ayuntamiento.
Juan Carlos Segura Just. Candidato a la alcaldía de Santa Coloma de Gramanet
NOTA: En estos momentos de crisis y de hundimiento de publicidad, elCatalán.es necesita ayuda para poder seguir con nuestra labor de apoyo al constitucionalismo y de denuncia de los abusos secesionistas. Si pueden, sea 2, 5, 10, 20 euros o lo que deseen hagan un donativo aquí).
no recibe subvenciones de la Generalitat de Catalunya.
Si quieres leer nuestras noticias necesitamos tu apoyo.