Un tuitero separatista, @Jordibcndk, que se autodefine como «un catalán que vive en Dinamarca» y «1-O ni olvido ni perdón», ha presumido en Twitter de haber dejado con la palabra en la boca a un dependiente por no hablarle en catalán. Y se ha jactado de su actitud con un «no dejo pasar ni una», justo después de citar la ubicación del establecimiento.
Dicho tuitero pidió un croissant en una panadería y preguntó en catalán «que lleva». El dependiente contestó con el precio, y al insistir en que no quería saber lo que que costaba, sino el relleno, el dependiente respondió que no le entendía y si podía hablarle en castellano.
La respuesta de este tuitero al dependiente fue «adiós, buenos días», y le dejó con la palabra en la boca. Y presumió de este gesto que podría ser considerado una humillación hacia el dependiente diciendo en Twitter que «no dejo pasar ni una». Y ha dicho la esquina en la que se encuentra dicha panadería, se supone para que otros tuiteros secesionistas tomen nota.
Este tuit ha generado un hilo en el que diversas personas han apoyado o reprochado esta actitud hacia el dependiente de la panadería.
Plataforma per la Llengua rápidamente se puso a disposición de este tuitero secesionista para difundir su queja, y le recomendó una App en la que se puede señalar a los comercios y dependientes que, en opinión de los usuarios, no atiendan adecuadamente en catalán o no tengan la rotulación en este idioma.
@Jordibcndk se ha sorprendido de recibir ofensas por su opinión, y este mensaje ha generado que tuiteros secesionistas insulten a los que no compartían su gesto de dejar plantado al camarero.
El debate generó que otros tuiteros mostraran su indignación porque en otros establecimientos les habían atendido en castellano, idioma que no olvidemos también es oficial en Cataluña, a pesar de los intentos de buena parte del separatismo de desterrar esta lengua de las cuatro provincias catalanas. Aunque también había reproches por su actitud de no haber hablado en castellano al dependiente.
Este tipo de actitudes de intentar humillar a camareros, dependientes y otros trabajadores que están de cara al público y que no entienden el catalán se está extendiendo entre parte del separatismo.
Por otra parte, la actitud de este tuitero hacia la lengua castellana es de clara animadversión, en un mensaje que escribió seis días antes exigió a una persona del control de seguridad del aeropuerto de El Prat que se le dirigió en español que le hablara en «catalán o en inglés».
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