Hoy en día, las guerras no comienzan con bombas sino con mentiras difundidas y reiteradas por todos los medios de comunicación posibles. Antaño era fácil considerar enemigo a cualquier país exótico, precisamente por el hecho de ser desconocido. En la actualidad, en nuestra Europa democrática de 2019, es mucho más difícil que ocurra.
Sin embargo, esto es precisamente lo que está llevando a cabo el aparato separatista catalán. Éste es, nunca se repetirá lo suficiente, de origen y naturaleza criminal ya que se funda entre otros, en el gigantesco caso de corrupción del clan Jordi Pujol. Pero al librar batalla, el separatismo no está combatiendo solo. Cuenta con importantes apoyos fuera de España.
Y sus aliados no se limitan a países extranjeros. Además hay empresas privadas a las que se les han prometido lucrativos contratos en caso de la secesión de Cataluña. Aún más, la red de creadores de opinión establecida por el ANC y Diplocat también resulta de gigantescas proporciones. En el caso de Suiza, por ejemplo, la Universidad de Ginebra está comprometida con la causa separatista. En realidad, basta con uno o dos creadores de opinión comprados por el aparato para tener en el bolsillo a una institución como la Universidad.
En este caso se trata del profesor Nicolas Levrat y el lobbista Niko Kirsch. Todo les parece estar permitido: ¡mentiras sobre la base de las teorías más disparatadas! Estamos hablando de una manipulación de masas. Es una guerra real. Y habrá muertos…
Siguiendo en el ámbito de Suiza y en relación con la crisis catalana, ¡qué decir del diario digital «La Méduse», en donde yo mismo colaboré voluntariamente durante más de un año con el resultado de mis investigaciones sobre la violencia política! Su fundador, el editor y periodista emérito Christian Campiche, prohíbe pronunciarse en contra de los separatistas catalanes so pena de expulsión de su periódico.
Y a pesar de toda su buena fe y toda la evidencia que se le presenta sobre la existencia de un aparato separatista criminal y manipulador, él lo está boicoteando. Más tarde, uno se entera de que ha estado asistiendo a la Asamblea Nacional de Cataluña (ANC), la sección suiza establecida en Zúrich desde 2012; y que regularmente organiza eventos de patrocinio en todo el país. Entonces se entiende por qué «La Méduse» estuvo publicando a lo largo de 18 meses, 30 textos contra España. Eso sí, extremó la precaución de ocultar bajo cualquier aspecto la evidencia de la mayoría catalana “silenciosa” opuesta a la secesión.
Sin embargo, ya sea comunicadores, mecenas o propagandistas, estos profesores, periodistas y otros formadores de opinión influenciados, por no decir comprometidos o incluso corruptos, nos atrevemos a decir, son tremendamente eficaces con su silencio. Siendo así las cosas, denunciémoslos públicamente y no nos permitamos ninguna condescendencia. Nos están haciendo la guerra. Están librando una batalla contra la democracia y contra nuestros valores fundamentales. Apliquemos una tolerancia cero e intervengamos allá en donde ellos actúen. ¡Este es el precio que de buen grado pagaremos por nuestra libertad y por la supervivencia de nuestros principios!
François Meylan. Empresario, político y autor.
Fundador de «Catalunya peuple d’Espagne», comité suizo de resistencia a la propaganda independentista catalana. Ex oficial de policía, militar y académico, es asesor financiero y empresario. Promueve la inversión socialmente responsable. A favor de un liberalismo humanista, se compromete regularmente con una financiación ética y sostenible. Habla regularmente en una veintena de medios, particularmente sobre la lucha contra la violencia política (terrorismo) y contra el crimen organizado.
no recibe subvenciones de la Generalitat de Catalunya.
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