Los independentistas no soportan ver una bandera de España. Sienten una inquina incurable al ver una rojigualda, de hecho a la que ven a alguien con una enseña nacional, automáticamente es tildado de «facha«. Mantra habitual.
Afortunadamente, si algo bueno trajo consigo el golpe a la democracia de 2017 fue que el constitucionalismo catalán perdió el miedo a mostrar los símbolos nacionales en Cataluña. Todavía recordamos miles y miles de balcones de la comunidad autónoma catalana con banderas de España. Hasta esa fecha, los ciudadanos tenían miedo al qué dirán si mostraban una rojigualda.
Este pasado martes ha sido un día importante para nuestro país. Tal y como marca la Constitución, coincidiendo con la mayoría de edad, la Princesa de Asturias se confirmó como heredera de la Corona y juró la Carta Magna en el Congreso de los Diputados. Un acto de gran trascendencia y solemnidad, al que por cierto faltaron los socios de Pedro Sánchez.
La ciudad de Madrid se volcó en dicho acto, y las calles se llenaron de personas que tenían ganas de aplaudir a la familia Real. Por aportar un detalle, a todas las personas que se acercaran a la Puerta del Sol pudieron disfrutar de unos pasteles diseñados con la bandera de España. Un detalle que llevaron a cabo la Comunidad de Madrid juntamente con la Asociación de Empresarios artesanos del sector de la pastelería de Madrid. En total se repartieron 1.500 pasteles rojiguados elaborados por la pastelería Manacor.
Este hecho, ha desencadenado un carrusel de insultos y faltas de respeto en las redes sociales secesionistas, que demuestran el grado de inquina que tienen los independentistas hacia todo lo que tenga que ver con un símbolo nacional. Modus operandi habitual.
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Sergio Fidalgo relata en el libro 'TV3, el tamborilero del Bruc del procés' como a los sones del 'tambor' de la tele de la Generalitat muchos catalanes hacen piña alrededor de los líderes separatistas y compran todo su argumentario. Jordi Cañas, Regina Farré, Joan Ferran, Teresa Freixes, Joan López Alegre, Ferran Monegal, Julia Moreno, David Pérez, Xavier Rius y Daniel Sirera dan su visión sobre un medio que debería ser un servicio público, pero que se ha convertido en una herramienta de propaganda que ignora a más de la mitad de Cataluña. En este enlace de Amazon pueden comprar el libro.
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