Que la CUP es un partido de ‘pijos’, o al menos de estómagos bien alimentados, es algo más que conocido viendo la sociología electoral de quiénes apoyan a los teóricos ‘antisistema’. Como buenos hijos bien de sus papás convergentes, ahora de Junts, llevan la contraria a sus ‘progenitores’ hasta cierto punto, pero luego al final se acaban entendiendo, que el patrimonio familiar se ha de mantener.
Por eso a la CUP le fue tan bien con la neoconvergencia en el poder. Hubo momentos dulces, como el abrazo de David Fernández y Artur Mas, y otro más tensos, como cuando mandaron a Artur a la papelera de la historia y entronizaron a Carles Puigdemont, pero siempre sin romper la casa madre y al final llegando a acuerdos. Pero cuando ha llegado Esquerra Republicana a la presidencia de la Generalitat la cosa ha cambiado.
ERC no tiene la misma paciencia con los levantiscos de la CUP que tenían sus ‘papás’ convergentes. Y a las primeras de cambio los han cambiado por los comunes y Aragonès les ha dicho que lo de la moción de confianza a medio mandato que quizás no, que al no apoyar los presupuestos ya estaba todo dicho. Para la CUP cualquier tiempo pasado fue mejor, sobre todo si mandaba la neoconvergencia que tanto decían combatir, y a la que tanto apoyaban.
Aragonès está empeñado en marcar perfil propio, y demostrar que tras el desgobierno de Quim Torra hay alguien en el puente de mando. Y los postureos antisistema de la CUP van en detrimento del ‘gobierno resolutivo’ que Esquerra quiere vender a los catalanes. Y Junts, que bastante tiene con sus cuitas internas con Puigdemont y en ver ver en qué queda la reagrupación del PDECAT con los otros restos del pujolismo en Centrem, ha dejado desasistidos, al menos de momento, a sus retoños levantiscos.
Veremos lo que dura el protagonismo ‘cupero’ al frente de la comisión que ha de vigilar a los Mossos d’Esquadra, y en otros temas clave de la política catalana. Que será el tiempo justo que tarde en funcionar la geometría variable que Esquerra va a buscar en la legislatura actual. O tal vez la CUP mantenga su protagonismo cuando Junts solucione sus problemas internos para poder defender, como buenos progenitores, a sus cachorros ‘cuperos’.
NOTA: En estos momentos de crisis y de hundimiento de publicidad, elCatalán.es necesita ayuda para poder seguir con nuestra labor de apoyo al constitucionalismo y de denuncia de los abusos secesionistas. Si pueden, sea 2, 5, 10, 20 euros o lo que deseen hagan un donativo aquí).
no recibe subvenciones de la Generalitat de Catalunya.
Si quieres leer nuestras noticias necesitamos tu apoyo.