Escuchando las noticias una persona que estaba cerca de mí se indignó y llamó algo más que jetas a los que se habían manifestado pidiendo toda la enseñanza en catalán en la escuela Turó del Drac, en la localidad barcelonesa de Canet De Mar.
Estaba a punto de darle la razón cuando he caído en la cuenta de que ayer entrevistaron a varios padres que consideraban inaceptables las presiones y amenazas al niño y a las familias, pero que se cuidaron muy mucho de apoyar la sentencia que obliga a dar el 25% de clases en castellano, pero es que lo hicieron en un castellano sin acento, es decir que eran castellano hablantes que, naturalmente pueden estar de acuerdo en la inmersión, pero que me dio por pensar que los, llamémoslos jetas (por no usar una palabra más gruesa) no solo lo son los que se manifestaban, sino que lo son mucho más los padres y madres que, estando de acuerdo con el 25% de clases en castellano, siguen callados esperando y confiando en que esa familia aguante la presión para que sus hijos tengan el 25% en castellano sin tener que exponerse al escarnio público: esos son los auténticos…. Jetas, los del silencio, los de aprovecharse de la valentía de los otros, los que bajan la cabeza frente a quienes pisotean sus derechos, los que callan esperando que otros les saquen las castañas del fuego.
Como siempre el gran pecado es el de omisión: omisión de auxilio de una persona en peligro, omisión de defensa de derechos, omisión de la protección de menores, etc.
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