El Barça-Madrid finalmente no se jugará el próximo día 26 de octubre tal y como estaba previsto, la violencia le ha ganado la partida al deporte, lamentablemente.
Los Mossos manejaban informaciones sobre la preparación de una serie de acciones violentas por parte de los más sectores más radicales del secesionismo, tanto dentro del Camp Nou como en los aledaños del estadio culé.
Los radicales pretendían utilizar el «clásico» para internacionalizar sus reivindicaciones, aprovechando el tirón internacional de ese partido que rondaría una audiencia de 650 millones de personas.
En estos momentos se está buscando una nueva fecha para la disputa del partido entre Barça y Madrid, que hará mover otras fechas de otros partidos de Laliga. Todo por la situación de violencia extrema que se vive en Cataluña.
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