El historiador Joan B. Culla y Clarà publicó el 17 de marzo de 2006, pocos días después de la presentación en sociedad del recién nacido Partido de la Ciudadanía en el barcelonés Teatro Tívoli, una crónica sobre este evento en el diario El País titulada ‘Estreno en el Tívoli’.
Culla, en este artículo, asegura que «a fecha de hoy, el grueso del atractivo electoral de Ciutadans de Catalunya se proyecta hacia los votantes y simpatizantes del Partido Popular. Quien lo dude, que escuche los gritos de alarma de Convivencia Cívica Catalana («es hora de unir, no de dividir»), los lamentos preventivos de Rajoy, las advertencias interesadas de Vidal-Quadras («el peligro de trasvase de votos sin duda existe»), los recelos de Piqué».
Y hace una predicción: «Por el contrario, no he detectado en las filas del PSC señal alguna de inquietud».
En las elecciones autonómicas que se celebraron en septiembre de ese año el PSC consiguió 37 escaños, el PP 14 escaños y Cs 3 escaños. En las elecciones del 21 de diciembre de 2017 Cs consiguió 37 escaños, el PSC 17 escaños y el PP 3 escaños. No parece que Cs haya crecido a costa «solo» del Partido Popular.
No es esta la única predicción arriesgada de Joan B. Culla i Clarà en esta pieza maestra del periodismo predictivo. Asegura que «a lo largo de su historia centenaria, ha habido en el barcelonés teatro Tívoli grandes momentos de las artes escénicas, y también algunos episodios señeros de la vida política catalana; como ejemplo de éstos últimos, el mitin celebrado allí el 14 de abril de 1907, acto en el que se aprobó el programa electoral de Solidaritat Catalana -el programa del Tívoli- y se presentaron los candidatos a diputados que iban a arrasar en las urnas siete días después».
Y predice que «no parece, en cambio, que la puesta de largo del nuevo partido Ciutadans de Catalunya, celebrada en el Tívoli el pasado 4 de marzo, vaya a figurar en los anales de aquella ilustre sala ni por la vertiente teatral, ni tampoco por la política».
Recordemos que Cs, solo once años después de su fundación, ganó las elecciones autonómicas del 21 de diciembre de 2017 con 36 escaños. ¿Es eso digno de «figurar en los anales de aquella ilustre sala»?
Sigamos con las predicciones de Joan B. Culla sobre el futuro de Ciudadanos:
«Por añadidura, un factor externo contribuyó decisivamente a la falta de tensión dramática de la matinée, y fue la completa ausencia de boicoteadores o protestatarios dentro o fuera del teatro: algo falla cuando te las das de judío en el Berlín de 1938, y organizas una concentración de 2.000 presuntos perseguidos, y no aparece ni un mal remedo de camisa parda, ni siquiera un freakie lanzando un par de gritos extemporáneos, nada. Con lo cual, más que Berlín en 1938, la calle de Casp parecía esa mañana de sábado Barcelona en 2006. ¡Qué pinchazo!»
En los últimos meses diversos ayuntamientos o grupos de vecinos han intentado nombrar «persona non grata» a Inés Arrimadas, como Llavaneras o Ripoll. Docenas de locales de esta formación en Cataluña han sufrido ataques por parte de radicales secesionistas, algunos de ellos, como los de Lleida o L’Hospitalet de Llobregat, han superado la media docenas de actos vandálicos.
Inés Arrimadas y diversos líderes locales de Cs han sido amenazados en los últimos meses. Y varios actos públicos han sufrido escraches, también en el último medio año.
La ausencia de «boicoteadores» que preconizaba Joan B. Culla se ha convertido en una triste realidad e igual la realidad que vive Cs en el 2018 sí que es más cercana al «Berlín de 1938», citando sus palabras, que a la «Barcelona en 2006».
Un artículo de Sergio Fidalgo
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