Después del declive definitivo de la ideología marxista durante la segunda mitad del siglo XX, con la plasmación de una pésima política económica y social de los países del Telón de Acero, que condujo a un fracaso apoteósico que culminó con la caída de Muro de Berlín, y la transición de esos países al sistema capitalista, han surgido durante el siglo XXI las denominadas “nuevas ideologías”, que como herederas del marxismo de la izquierda, pretenden reeditar la lucha de clases, con el enfrentamiento social entre unos sectores contra otros. Estas nuevas ideologías se presentan como salvadoras de la humanidad y solución de todos los males. Nos referimos a la “ideología contra la vida”, la “ideología de género”, el “animalismo”, “la ideología climática” y la “memoria histórica”.
Las nuevas ideologías se fundamentan en una premisa antepuesta, en la que se da por aceptada la incapacidad del ser humano para regir libremente su destino, porque está sometido a sus “sentimientos más primarios” como son la violencia, la crueldad, la superioridad o el egoísmo. Por ello y para analizar estas concepciones ideológicas, establecemos los siguientes criterios definitorios:
a) Criterio de preferencia. Las nuevas ideologías, como antaño hacía el marxismo con la clase trabajadora, introducen ahora criterios de preferencia, establecidos entre los que son capaces y los que son incapaces de controlar estos sentimientos primarios, que hemos mencionado. Es así como según los parámetros de la ideología contra la vida, siempre se valorará más a una mujer que quiere abortar, que una madre que desea tener a su hijo. Para la ideología de género siempre tendrá preferencia una mujer, frente a un hombre que se supone es un presunto agresor, dándose por hecho que las mujeres no pueden ser agresoras, como los hombres nunca pueden ser víctimas. Para los animalistas, el animal siempre es víctima de la violencia humana, mientras que se debe de omitir cuando un animal ejerce violencia sobre un ser humano. En esta correlación, para la ideología climática, todo lo relacionado con el aumento evidente de las temperaturas anuales, es debido a la acción humana contra el planeta, no admitiendo nunca que el calentamiento global puede ser debido a causas naturales, y por lo que respecta a la memoria histórica, se impone el argumento maniqueísta por el que los republicanos eran infinitamente buenos y los nacionales infinitamente malos.
b) Criterio de sobreprotección. Una vez establecida la “preferencia”, como cuestión derivada viene la “sobreprotección” del ente o colectivo que se quiere proteger. Es así como para las nuevas ideologías, todo aquello que se pretende proteger está irremisiblemente amenazado, y por ello hay que imponer todas las legislaciones necesarias, por injustas o incongruentes que sean, para proteger a ese ente o colectivo. Es así como para la ideología contra la vida, se deben de poner todos los medios necesarios para que una persona enferma o no, como ocurre en otros países, pueda tener un suicidio asistido. Para la ideología de violencia de género, es la mujer la única receptora de derechos, mientras que no existe la presunción de inocencia del hombre, presumiendo siempre su culpabilidad. Para los animalistas hemos escuchado afirmaciones tan ridículas como que las gallinas son sistemáticamente violadas por los gallos, o que hay que realizar una desviación en el proyecto de una carretera o vía férrea, para no dañar una charca en la que vive no se que especie de ranas. Para la ideología climática deben de eliminarse todos los vehículos de combustión que hay en el planeta. Finalmente para la memoria histórica, las víctimas del bando franquista durante la guerra civil -fallecidas casi todas por su avanzada edad- tienen que ser en la actualidad irremisiblemente recompensadas y reconocidas.
c) Criterio de estigmatización. Cuando se establece la “sobreprotección” de un ente o colectivo, irremisiblemente el colectivo antepuesto debe de ser estigmatizado. Por ello las nuevas ideologías pretenden estigmatizar a determinados colectivos, como causantes de los males que pretenden solucionar las nuevas ideologías. Así para la ideología contra la vida, las personas que acuden a las clínicas abortistas para rezar, son ultras que tienen que ser juzgadas penalmente, como se ha aprobado recientemente en el Congreso de los diputados. Para los defensores de la ideología de género, los hombres son violentos por naturaleza. Para los animalistas, son los agricultores y cazadores los que sienten un impulso irrefrenable de torturar o matar a los animales. Para los climatólogos, las empresas emisoras de gases quieren destruir el planeta, y para los de la memoria histórica, los vencedores de la guerra civil sólo pretenden humillar a las víctimas de la contienda.
El problema de la estigmatización es que tiene un recorrido de doble sentido, que se produce cuando los librepensadores llegan a la conclusión de que el estigmatizador puede ser estigmatizado. Es así como está evidenciado que son muchos los hombres asesinados por sus mujeres; agricultores y cazadores protegen la naturaleza, siendo los máximos artífices de la preservación de especies amenazadas. Por lo que respecta al cambio climático, sus gurús y jefes de Estado son los que más contaminan con sus aviones privados y propiedades, y finalmente los defensores de la República española se convirtieron en auténticos defensores de genocidas, que intentaron exterminar a todo el colectivo de religiosos, empresarios y políticos no afines.
d) Criterio de descalificación. El “estigmatizado” tiene que ser irremisiblemente “descalificado”, y como consecuencia de la mencionada estigmatización, las nuevas ideologías se implementan como un corsé impositivo que no admite discusión. De la misma forma en la que los que no aceptaban el marxismo eran tildados de fascistas, ahora sobre los médicos que se niegan a realizar prácticas abortivas y eutanásicas, se afirma que generan un daño en la comunidad facultativa. Los que no aceptan la ideología de género son machistas y maltratadores, los contrarios al animalismo son crueles y asesinos de animales; los que matizan el cambio climático son negacionistas, y los que quieren una memoria histórica basada en la reconciliación, son considerados revisionistas y franquistas.
e) Criterio de dogmatismo. Inevitablemente ideologías de este tipo que se sienten poseedoras de la verdad, solo pueden derivar hacia posturas dogmáticas. Pero los dogmas funcionan relativamente cuando definen hechos irresolubles como hace la Iglesia con la Santísima Trinidad o la infalibilidad de Papa, porque como son cuestiones invisibles que se escapan a la comprensión humana, o se cree o no se cree en ellas. Pero como las nuevas ideologías se refieren a cuestiones meramente opinables, resulta que hay personas que piensan que el feto es una vida humana independiente de la madre, y que practicar un aborto no es lo mismo que sacarse una muela u operarse de los pechos, o que es maltratador o maltratadora el que maltrata, con independencia de que sea hombre o mujer, o que uno tiene derecho a comerse un chuletón de ternera, o ir o no ir a los toros, o que este invierno ha hecho mucho frío con records de temperaturas bajas, y no ve claro lo del calentamiento global, o que los causantes de asesinatos durante la guerra civil estuvieron en los dos bandos. Es aquí donde se evidencia la vulnerabilidad de estas nuevas ideologías, porque imponen como infalibles cuestiones que son difíciles de comprender, y porque lo que dicen no cuadra con el sentido común, ni lo que piensan millones y millones de españoles.
f) Criterio de tremendismo. Estas ideologías se auto presentan como salvadoras de la humanidad, esgrimiendo el viejo aforismo de “o yo o el caos”. Es así como nuevamente la ideología contra la vida sostiene que si una mujer no aborta, no podrá realizarse porque tendrá impedimentos en su vida profesional. Por su parte la ideología de género se presenta como la única defensora de las mujeres, cuando el Código Penal ha ofrecido durante siglos una penalidad a los maltratadores. Para los animalistas hay que evitar un genocidio animal con la prohibición de la caza, la eliminación de la tauromaquia y de todos los mataderos de mundo. Para los del cambio climático, o aplicamos soluciones inmediatas en la eliminación de emisiones de gas, o sobrevendrá algo parecido al fin del mundo y la extinción de la especie humana, y finalmente para los de la memoria histórica, o adoctrinamos a la población española en una visión parcial de la historia, o se impondrá en España el fascismo como forma de gobierno.
g) Criterio de solución. Tal como ocurrió con el marxismo, que se presentaba como la ideología que conseguiría la justicia social, y que derivó en implacables dictaduras asesinas de su propia población; las soluciones que nos ofrecen las nuevas ideologías son tan absurdas como incongruentes. Con la ideología contra la vida, se da por hecho que las mujeres que interrumpen su embarazo, se sentirán felices, y no tendrán problemas psicológicos. Para la ideología de género, el caballero que piropea ocasionalmente y con buen gusto a una mujer, será considerado un agresor sexual, y probablemente las discusiones domésticas y conyugales terminarán con la detención policial del marido o compañero. Para los animalistas todos acabaremos comiendo insectos y legumbres, y para los calentólogos o defensores del calentamiento global, todos deberemos ir en bicicleta, y finalmente para los de la memoria histórica, habrá que homenajear a los hombres de la CNT-FAI, POUM, UGT y ETA.
Sin embargo en este convulso panorama de la España del siglo XXI, por su capacidad de inferir daño a la sociedad, reaparece otra vieja y conocida ideología: nos referimos al separatismo, que utiliza los mismos parámetros excluyentes de las nuevas ideologías descritas anteriormente. Rescatando los epígrafes descritos establecemos la siguiente correlación.
a) Criterio de preferencia. Siempre es mejor un político corrupto de Junts, ERC o la CUP, que un político honrado de VOX, de Cs o del PP.
b) Criterio de sobreprotección. La Generalitat debe de destinar todos los recursos a su alcance para fomentar el uso del catalán, la cultura catalana y el fomento de la independencia.
c) Criterio de estigmatización. Los que no están a favor de la independencia, están contra Cataluña.
d) Criterio de descalificación. Los constitucionalistas son fascistas.
e) Criterio de dogmatismo. Cataluña tiene un derecho histórico a obtener su independencia, porque la cultura catalana es superior a la española.
f) Criterio de tremendismo. Si el catalán no se impone con la Ley de inmersión lingüistica, el catalán desaparecerá como lengua, y si Cataluña no consigue su independencia, desaparecerá como ente colectivo
g) Criterio de solución. La única solución es la República catalana, sin mencionar que en ese Estado se vulnerarían los derechos de los hispanohablantes, y muchos derechos civiles y de sufragio de los que conservasen su nacionalidad española.
Afortunadamente somos muchos los españoles que no nos hemos dejado abducir por estas nuevas cinco ideologías, porque hemos hecho prevalecer nuestra libre opinión y nuestra libertad de pensamiento, basada en la lógica racional y en el sentido común. Afortunadamente existe un partido político del que no diré yo su nombre, que cuestiona la ideología contra la vida humana, la ideología de género, el animalismo, la ideología climática, la memoria histórica y por supuesto el separatismo.
Juan Carlos Segura Just
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