La independentista presidenta del Parlament, Laura Borràs, deberá sentarse en el banquillo de los acusados acusada de prevaricación y falsedad documental.
La decisión judicial debería conllevar, según el reglamento de la cámara catalana, que Laura Borràs abandonase su escaño, aunque está por ver si la dirigente de Junts se atrinchera al cargo como segunda autoridad de Cataluña. A tenor de sus últimas declaraciones todo hace indicar que será así, al menos de salida.
El fiscal reclama para ella seis años de cárcel, 21 años de inhabilitación y una multa de 144.000 euros. También pide los mismos años de cárcel e inhabilitación y una multa de 72.000 euros para Herrero y tres años de prisión, inhabilitación por 10 años y multa de 30.000 euros para otro implicado, Andreu Pujol Martín.
La resolución ya es firme porque al no pesar ninguna medida cautelar ni Borràs, ni su amigo Isaías H., ni el tercer acusado pueden recurrirla.
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