Este miércoles se conmemoró el décimo aniversario de la Llei d’Educació de Catalunya en el Parlamento de Cataluña. Un acto muy protocolario, previsible y de autobombo, solo roto cuando se pasó un documental en el que intervenían el consejero de Educación de entonces, Ernest Maragall y los ponentes del la Ley: Irene Rigau (CiU), ponente de la ley; Daniel Font (PSC), relator; Josep Maria Freixanet (ERC), ponente; Rafael López (PPC), ponente; Dolors Camats (ICV), ponente, y Antonio Robles (ex Cs), ponente de la ley.
Como ya pasara en el 2009, las intervenciones de Antonio Robles rompieron la unanimidad del auditorio calificando a la LEC de instrumento de adoctrinamiento: “El objetivo de la ley era tener un instrumento de adoctrinamiento escolar para conseguir los fines que el procés ha demostrado que se buscaban, que era adoctrinar a una serie de generaciones en el espíritu nacional catalanista para preparar el proceso a la independencia tal y como la historia reciente nos ha demostrado”.
Los murmullos de desaprobación fueron generalizados, pero lo cierto es que el actual consejero de educación, Josep Bargalló, en su intervención calificó a la ley de “llei de país”. Josep Maria Freixanet aseguró que “para mi la ley es una herramienta de construcción de Estado, de Estado catalán”.
No asistieron al acto ni PP ni Cs, los dos únicos partidos que votaron en contra de la ley en 2009.
no recibe subvenciones de la Generalitat de Catalunya.
Si quieres leer nuestras noticias necesitamos tu apoyo.