Luis García, a pesar de haber comenzado con mal pie su andadura como entrenador perico, representa el pundonor, la lucha y la honradez. Es un tipo honesto, trabajador, suelta una frase como “Lo mejor de Barcelona es ser del Espanyol” y suena convincente.
Salve o no salve del descenso al RCD Espanyol al menos no insultará nuestra inteligencia y hará su trabajo con honradez y dedicación, sin atacar a nadie y sin creerse mejor que nadie. En la Cataluña deportiva del 2023, dominada por el nacionalbarcelonismo, esta actitud es digna de respeto.
Fue un orgullo dedicar a Luis García, Raúl Tamudo e Iván de la Peña el libro ‘El trío maravillas’ (aquí pueden comprarlo), una de mis primeras obras en clave blanquiazul, porque nos hicieron soñar, y disfrutar. Ahora espero que como entrenador Luis nos saque del apuro en el que nos hemos metido.
Por ganas y por trabajo no será. Ahora solo nos queda ayudarle y remar con él. A pesar de nuestros fallos en defensa, Braithwaite y Darder están como nunca. Y seguro que Joselu recuperará en breve su olfato de gol, oscurecido en las últimas jornadas. Será difícil, pero con un valiente como Luis García, podemos conseguirlo.
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