La situación es dantesca en Llinars del Vallés, donde unas 150 personas siguen de fiesta de forma ininterrumpida desde nochevieja.
Los Mossos tienen desde el día de ayer acordonado todo el perímetro donde identifican a todos los que salen y no dejan acceder a más personas al interior del recinto.
La policía catalana por el momento ha desechado la posibilidad del desalojo, ante la indignación de los vecinos que denunciaron dicha fiesta ilegal desde hace ya muchas horas y ven como nadie por el momento hace nada.
Desde los Mossos se afirma que no se ha procedido al desalojo de la fiesta porque se desconocen los protocolos seguros que se deben seguir. Según informan algunas fuentes la policía catalana ya ha advertido a los organizadores que procederán al desalojo en las próximas horas.
Este hecho es considerado por muchos ciudadanos como una falta de respeto, ya que muchas familias no se han podido reunir durante estas fiestas señaladas y ven como otros parecen gozar de total impunidad.
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