Los antisistema de la CUP dicen luchar de forma constante y sin descanso contra el sistema, pero en cambio viven más que bien dentro del capitalismo al que tanto critican.
Resulta sorprendente como se llenan la boca de representar a las clases populares de Cataluña, pero queda acreditado que viven muy alejados de esa realidad, y que su lucha son frases huecas y grandilocuentes para regalar los oídos a sus fieles.
Un ejemplo bien claro de lo que contamos lo aporta su portavoz en el Parlament, Eulalia Reguant, que mientras nos habla de luchas populares y de clase, usa unas gafas que cuestan la friolera de 645 euros.
Estas gafas son unas Masahiro Maruyama, y como se pueden imaginar no están a la alcance de la mayoría de catalanes que no se pueden permitir pagar más esa cantidad de dinero por unas gafas. La incoherencia de los cuperos, una vez más al descubierto.
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