Una vez que el líder de ERC seguirá en Estremera tras haberle sido denegada la libertad provisional por el riesgo de reiteración delictiva que prevé el Supremo, se desvanecen las posibilidades de que Oriol Junqueras pueda sustituir a Carles Puigdemont como candidato de continuidad respecto a lo que los secesionistas llaman “gobierno legítimo”.
El plan alternativo de Esquerra si Carles Puigdemont no volvía de su viaje turístico por Bélgica era Oriol Junqueras, estrategia no reconocida en público de forma abierta, pero que había sido continuada lanzada como globo sonda para pulsar el ambiente entre el electorado secesionista.
Si el Supremo hubiera dejado en libertad a Junqueras el líder de Junts per Catalunya hubiera quedado fuera de juego en su retiro dorado en Bruselas.
Pero sin orden judicial internacional a resolver por la justicia belga, y con Oriol Junqueras en prisión, la presión para que Puigdemont se deje capturar por la Justicia española es menor, así que los intentos de Junts per Catalunya para seguir mandando, con el ex presidente fuera de España, no van a cesar. Desde investiduras electrónicas a un hombre (o mujer) de paja ejerciendo la presidencia que se deje manejar por Puigdemont.
Dentro de los delirios separatistas todo es posible…
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