El Catalán
  • El Catalán
  • Política
  • Sociedad
  • TV3
  • Medios
  • Opinión
  • Deportes
  • Cultura
  • Economía
  • Vida
  • Humor
  • Donar
  • Suscríbete
No hay resultados
Ver todos los resultados
  • El Catalán
  • Política
  • Sociedad
  • TV3
  • Medios
  • Opinión
  • Deportes
  • Cultura
  • Economía
  • Vida
  • Humor
  • Donar
  • Suscríbete
No hay resultados
Ver todos los resultados
DONAR
El Catalán
No hay resultados
Ver todos los resultados
El Catalán Opinión

Frivolidad I

Por Heraldo Baldi
martes, 22 de septiembre de 2020
en Opinión
3 mins read
Un fin de semana en el paraíso del oro: Cataluña

Contenido relacionado

Frivolidad II

El imperativo populista y la guerra cultural: el homo Podemos

¿Y si esto es el final?

En el reino de la política española de los últimos tres meses – justo los de mi silencio provocado por obligaciones docentes distópicas – hemos asistido a una progresiva presencia de la frivolidad en el paisaje político español. No hablamos de una forma sutil de ser inane, no, se trata de una perversa actitud de abandono de la reflexión y la razón por parte de las personas que han decidido no ejercer su derecho a la protesta, la reflexión y el cabreo ante la abrumadora y seductora atracción del hedonismo veraniego. No hay peor frivolidad que la del político, intelectual o ciudadano encantado de sí mismo y sumergido en el nihilismo de una mesa o una terraza.

Comencemos por una reflexión inicial sobre el Partido Popular y el abandono de la Guerra Cultural. Parece que en Génova 13 han decidido quemar todos los libros de Gramsci (están traducidos al castellano, LES RECUERDO) y de paso, en la hoguera liberadora han iniciado el sacrificio de Cayetana Álvarez de Toledo, acto inútil, pues las ideas no arden, aunque puedan inflamar la sociedad.

Bien, se dijo que la KulturKampf no está entre las prioridades del PP. Perfecto, es una decisión como otra cualquiera, pero encierra un evidente sesgo de frivolidad que acarreará consecuencias para el pensamiento liberal-conservador. La primera de ellas es negarse a pensar, dejando esa actividad neuronal, propia de ciudadanos libres e iguales, a los que justamente no desean ni quieren que seamos libres ni iguales. Abandonar la reflexión y la creación de un ideario de pensamiento redunda en la profecía autocumplida de la izquierda, según la cual su moral es mejor, más lúcida que la de los “fachas” (masa de millones de personas que no piensen como Adriana Lastra, Irene Montero, Pablo Iglesias o Monedero).

No ofrecer esta batalla significa dejar que se instalen en nuestra sociedad perversiones distópicas como las que anunció Orwell, cuando en su novela 1984, al Ministerio de la Guerra, se le denominaba Ministerio del Amor. Por parte de la izquierda hegemónica y gramsciana se quiere hacer ver que lo que ocurre es una disputa entre viejos y progres, pero no, no es una antigua querella entre antiguos o modernos, es una disputa por imponer un imperativo ideológico que cree una verdad que no tiene por que estar relacionada con la realidad, de tal forma que, al aplicar su ideal, un hecho aparentemente absurdo como el que significa que Gabriel Rufián sea el adalid de las esencias históricas catalanas frente a otra persona que pueda demostrar su “catalanidad” durante siglos por la posesión de una Masía o una Casa de Payés en el Montseny. Pero este hecho, parece normalizado ya y la verdad la crean ellos.

Cayetana expresó nítidamente los riesgos de abandonar este frente y aceptar la imposición; del mismo modo, hace ya unos años, Cristian Campos, en El Español (18/02/2018) daba cuarenta razones – que no sombras- sobre las razones por las que se va a ganar la Guerra Cultural. Todas ellas las comparto, pero en la número 35, indica “Porque nosotros tenemos a Rafael Latorre, David Jiménez y Jorge Bustos y ellos sólo tienen a Jordi Évole”. Es cierto que la densidad argumental de los primeros está lejos de la del televisivo Évole, pero éste último posee una potente arma, su “elogio de la frivolidad” a la que viste de intensidad emocional subjetiva.

No infravaloremos este hecho puesto que, de hacerlo, pasaremos por alto “gestas” que, cuanto menos, tienen una catadura moral cuestionable como cuando el señor presidente lamentaba en sede parlamentaria el suicidio de un etarra y, de paso, daba a entender que el Estado era responsable. Esto, que ha pasado casi como una anécdota de la pretemporada política, es otra palmaria demostración del riesgo de frivolizar con la “guerra cultural” y pensar que estamos ante una obsesión de unos pocos “aristócratas de las ideas” y de la sangre, aunque claro, como a todos “les une el amor a España”.

Heraldo Baldi

(NOTA: elCatalán.es necesita su apoyo, en este contexto de grave crisis económica, para seguir con nuestra labor de defensa del constitucionalismo catalán y de la unidad de nuestro país frente al separatismo. Si pueden, sea 2, 5, 10, 20 euros o lo que deseen hagan un donativo aquí).


TV3, el tamborilero del Bruc del procés

Sergio Fidalgo relata en el libro 'TV3, el tamborilero del Bruc del procés' como a los sones del 'tambor' de la tele de la Generalitat muchos catalanes hacen piña alrededor de los líderes separatistas y compran todo su argumentario. Jordi Cañas, Regina Farré, Joan Ferran, Teresa Freixes, Joan López Alegre, Ferran Monegal, Julia Moreno, David Pérez, Xavier Rius y Daniel Sirera dan su visión sobre un medio que debería ser un servicio público, pero que se ha convertido en una herramienta de propaganda que ignora a más de la mitad de Cataluña. En este enlace de Amazon pueden comprar el libro.

no recibe subvenciones de la Generalitat de Catalunya.
Si quieres leer nuestras noticias necesitamos tu apoyo.

DONA

Recibe las noticias de elCatalán.es en tu correo

Etiquetas: Heraldo Baldi
Publicación anterior

La presidenta de las juventudes del PPC denuncia a un tuitero “catalanista” por presuntas amenazas violentas

Siguiente publicación

Vicent Sanchis peligra como director de TV3. Ha salido un fanático más radical

Contenido relacionado

El independentismo se deja por el camino 650.000 votos
Opinión

La ‘estelada’, el gran remedio contra el Covid-19

martes, 13 de abril de 2021
El PDeCAT sugiere confrontar al preso preventivo Turull frente al preso preventivo Junqueras en las europeas
Opinión

¿”Lo volveremos a hacer”? Ni de coña

lunes, 12 de abril de 2021
“Mi hija está desconsolada y me dice que quiere salir de allí, que no aguanta toda esa mierda de gente chiflada y paranoica”
Opinión

¿Recoser Cataluña? Que los separatistas pidan perdón

domingo, 11 de abril de 2021
Siguiente publicación
El director de TV3 falta a la verdad al anunciar que los “sindicatos mayoritarios” apoyan la huelga del 18-O

Vicent Sanchis peligra como director de TV3. Ha salido un fanático más radical

Un fin de semana en el paraíso del oro: Cataluña

Frivolidad II

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

Lo más leído

  • Un dúo de bares gallegos para disfrutar en Barcelona
  • Un presentador de TV3 pide que el arbitro del Real Madrid-Barça sea tiroteado por la calle
  • Una diputada de la CUP monta en cólera por recibir los resultados de un análisis en castellano
  • Lluvia de insultos al escritor Javier Cercas después de su aparición en TV3
  • Mossos y Guardia Urbana detienen a 12 personas que robaban a niños en Barcelona
 
 

Sobre nosotros

  • Quiénes somos
  • Contacto
  • Publicidad

Secciones

  • Política
  • Medios
  • Sociedad
  • Deportes
  • Cultura
  • Economía
  • Vida
  • Humor
  • Opinión
  • Aviso legal
  • Política de privacidad y de cookies

Copyright © 2017-2021. El Catalán. Todos los derechos reservados. Powered by APG.

  • El Catalán
  • Política
  • Sociedad
  • TV3
  • Medios
  • Opinión
  • Deportes
  • Cultura
  • Economía
  • Vida
  • Humor
  • Donar
  • Suscríbete