El sábado se jugó la final de la Copa del Rey de fútbol, entre el Barça y el Sevilla, dos de los equipos españoles que más títulos han levantado en los últimos años.
El partido tuvo poca historia, los azulgranas golearon de manera contundente a los sevillanos 5-0, con un gran partido de los culés que les sirvió para alzarse con un nuevo título de Copa.
El Wanda Metropolitano, el estadio del Atlético de Madrid, fue testigo de la última Copa del Rey que levantará Iniesta como capitán del Fútbol Club Barcelona. El jugador fue ovacionado al abandonar el terreno de juego.
Pero lo importante se vivió en la grada del estadio colchonero. El constitucionalismo culé está ganando terreno a los separatistas, jamás se habían visto tantas banderas de España en un partido del Barça.
Muchos aficionados azulgranas cantaron con fuerza el Himno Nacional, para acallar a los radicales separatistas que una vez más lo tenían todo preparado para su show contra España.
Los sevillistas y buena parte de la afición culé se unieron para cambiar el signo de las últimas finales de la Copa del Rey, en el que el Jefe de Estado era abucheado y el himno, silbado. Este sábado cambió la tendencia, lo que es una gran señal.
no recibe subvenciones de la Generalitat de Catalunya.
Si quieres leer nuestras noticias necesitamos tu apoyo.