El pasado sábado os contábamos como la Resistencia había borrado el logo de la banda terrorista Terra Lliure de la fachada del Ayuntamiento de Sobremunt.
En este pueblo de la provincia de Barcelona gobiernan los independentistas, y su alcalde es Albert Güell, quien lejos de avergonzarse de lucir en la fachada del consistorio el símbolo de un grupo terrorista, se ha ‘enfadado’ porque se lo han borrado.
En un tuit donde cita al coordinador de Cs en Osona, el alcalde afirma que «las únicas personas que alteran la convivencia y estropean el espacio público son los inquisidores como tú. Ah, y la persecución es la vuestra, desde 1936. El victimismo de los verdugos«.
Esta es una demostración más de que en Cataluña muchos viven en una realidad paralela constante, donde creen que el espacio público y las instituciones están al servicio de una ideología, y en este caso algo mucho peor, y es que en la fachada de un consistorio se puede promocionar a una banda terrorista.
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Sergio Fidalgo relata en el libro 'TV3, el tamborilero del Bruc del procés' como a los sones del 'tambor' de la tele de la Generalitat muchos catalanes hacen piña alrededor de los líderes separatistas y compran todo su argumentario. Jordi Cañas, Regina Farré, Joan Ferran, Teresa Freixes, Joan López Alegre, Ferran Monegal, Julia Moreno, David Pérez, Xavier Rius y Daniel Sirera dan su visión sobre un medio que debería ser un servicio público, pero que se ha convertido en una herramienta de propaganda que ignora a más de la mitad de Cataluña. En este enlace de Amazon pueden comprar el libro.
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