El portavoz de ERC, Sergi Sabrià, ha defendido este lunes a la secretaria general de su partido, Marta Rovira, que la pasada semana acusó al Gobierno de España de amenazar a los independentistas con “muertos en la calle” si se proclamaba la República catalana. El “España nos roba” con el que hasta ahora intentaban pescar votos se les ha quedado anticuado. Demostrado esta que si los catalanes pagamos más que el resto de españoles no es porque en la declaración de la renta aparezca una casilla que tengas que marcar si eres catalán, sino porque el Gobierno de la Generalitat utiliza su capacidad normativa para aumentar los impuestos o crear nuevos que sirven para pagar sus delirios secesionistas.
Los independentistas han salido en tromba en defensa de quien aspira a ser la segunda presidenta de la Generalitat de Cataluña, después de Sáenz de Santamaría. El líder de ese grupo de ex diputados de Unió -en el que también milita la ex presidenta del Parlament, Nuria de Gispert, esa que quiere enviar a Inés Arrimadas a Cádiz y a los que, como yo, somos de Badalona a algún campo de concentración- ha señalado en una entrevista en El Periódico que “la hoja de ruta independentista no estaba pensada para afrontar la violencia. Estaba pensada para que el Estado se mantuviera como un Estado democrático y no como un Estado violento”.
Sin duda, algunos no sólo no estaban preparados para la independencia, tampoco estaban ni están preparados para ejercer responsabilidades de Gobierno. ¿Alguien en su sano juicio puede pensar, honestamente, que algún Estado del mundo se cruzará de brazos mientras una parte de su territorio decide, saltándose la ley, declarar su independencia? El Estado español no es un Estado violento. Es un Estado democrático y por eso entra dentro de la más absoluta normalidad democrática que la Ministra de Defensa recuerde cual es la función constitucional que debe ejercer el Ejército para garantizar la soberanía y la integridad territorial de España.
Las declaraciones de Marta Rovira ponen de manifiesto una inquietante realidad: los líderes independentistas, o creen que nos tragamos todas sus mentiras o nuestras vidas no tienen ningún valor para ellos. Como no había suficiente apoyo social no pudimos implementar la República (Joan Tardá), pero como estamos en campaña nos inventamos que España nos quiere matar (Marta Rovira) y listos.
Si fuera cierto lo que asegura Rovira y alguien hubiera amenazado con matar catalanes en el caso de ser proclamada la República y, a pesar de ello, se proclamó, lo mejor que podría hacer ese autodenominado “gobierno legítimo” cuando vuelva de Bruselas o salga de la cárcel es irse a su casa.
Daniel Sirera es ex presidente del Partido Popular de Cataluña
no recibe subvenciones de la Generalitat de Catalunya.
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