El presidente de Societat Civil Catalana, Josep Ramon Bosch, ha explicado este lunes que la entidad “continuará trabajando para fomentar la convivencia y la concordia en Cataluña” en esta nueva etapa. En una rueda de prensa celebrada en la sede la asociación ha dejado claro que la voluntad de la entidad es “seguir representando a todos los catalanes constitucionalistas”.
Bosch ha estado acompañado por el ex presidente, José Rosiñol; el vicepresidente, Álex Ramos; el tesorero, Xavier Marín; y el secretario, Manuel Miró; y ha explicado que en la asamblea de socios celebrada el pasado sábado fue nombrado presidente tras recibir el apoyo de casi un 70% ciento de los socios.
En este sentido, ha señalado que el ex presidente de la entidad, Rafael Arenas, iba a ser el único candidato, pero presentó una lista que no convenció a la mayoría de los socios. Ante aquella situación Rosiñol presentó su candidatura y con la finalidad de no dividir internamente la entidad, Josep Ramon Bosch fue propuesto con la intención de aglutinar el mayor porcentaje de votos a favor.
Ante el pequeño porcentaje en contra que recibió, Bosch ha asegurado que tiene una “voluntad clara de integración” y de hablar con todo el mundo y que esta nueva etapa se abre debido a una serie de “discrepancias internas” y no por “motivaciones económicas”. De hecho, en la asamblea se aprobó la gestión de 2017 y 2018. Además ha señalado que gestionar una entidad transversal como Societat Civil Catalana siempre ha sido complicado.
Por su parte, José Rosiñol ha explicado que se han producido “discrepancias internas lógicas en una entidad transversal”. Sin embargo, ha lamentado profundamente se hayan publicado “informaciones falsas que han manchado su nombre, el de Míriam Tey, Sixto Cadenas y Ferran Brunet”. Además ha asegurado que durante las últimas semanas ha recibido “más de 60 llamadas de medios de comunicación” y no ha querido atender a nadie “por responsabilidad, por el bien de Societat Civil Catalana, que está por encima de este tipo de cuestiones personales”.
En relación a su etapa como presidente, ha asegurado que se basó en intentar encontrar una vía de salida a la situación actual. Rosiñol ha afirmado que ha invertido “el 99% de mi tiempo a combatir el secesionismo y el 1% a cuestiones internas” y que “lo volvería a hacer” porque “nuestro problema está fuera y no entre nosotros”. Además ha mostrado todo su apoyo al nuevo equipo de la entidad.
Por otro lado, Alex Ramos ha asegurado que la gestión de Societat Civil Catalana “siempre ha sido compleja pero también ilusionante” y que las filtraciones hacen “mucho daño”. No obstante, ha dejado claro que la entidad continuará desempeñando su labor con “el mismo rigor” con el que lo ha hecho hasta ahora, defendiendo el “Estado de Derecho” y reclamando “un gobierno en Cataluña que represente al conjunto de la ciudadanía”.
En este sentido, ha añadido que la asociación no dejará de realizar las acciones que estime oportunas ante lo que pueda suceder en 2019 y seguirá organizando actos y conferencias para fomentar la convivencia y la concordia en Cataluña.
Además ha agradecido a todos los miembros de la junta anterior y al ex presidente José Rosiñol “su labor y su gestión al frente de la entidad”.
En relación al caso del espionaje de los Mossos d’Esquadra a catalanes constitucionalistas, Josep Ramon Bosch ha recordado que ha sido uno de los afectados y que a través de su abogado se presentarán alegaciones, “porque se trata de un hecho de extrema gravedad que no dejará pasar de forma gratuita”.
En cuanto a la sentencia sobre los insultos hacia Societat Civil Catalana y a su persona, entre otros, Bosch ha lamentado que “se nos llame fascistas a todos los que estamos en contra del independentismo” y ha añadido que este auto es una muestra más que confirma que “estas acusaciones son falsas porque no tienen ningún fundamento”.
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