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Belchite, una visita al horror

Por José Luis Vergara
sábado, 11 de enero de 2020
en Cultura
5 mins read

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“Finalmente todos fueron a vivir al pueblo nuevo y muchos continuaron sin hablarse”.

Nuria Alfaro, casi al final de recorrido por el pueblo viejo de Belchite, por donde entre ruinas nos ha guiado durante más de una hora con interesantes explicaciones, lo ha dicho. La visita pródiga en detalles, gracias a su buena documentación y capacidad comunicativa, ha sido ciertamente impresionante dado el escenario de ruinas en el que nos adentramos.

La frase dicha casi al final, ha pasado algo desapercibida o no ha sido oída por algunos del grupo que hacemos conjuntamente la visita. Con Sergio, un buen amigo aragonés, lo comentamos: “Quizás es lo más importante que ha dicho, para hacer pensar”

En la mañana de un domingo soleado de diciembre hemos visitado Belchite. Por la mañana el pueblo viejo, devastado por las acciones de guerra en principio y desmoronándose poco a poco todos estos años. Por la tarde en el pueblo nuevo, con estos amigos, representamos teatralizados fragmentos de historia que Caballeros de Exea desde hace años prepara. Fundamentalmente relacionados con la figura de Alfonso I, Rey de Aragón, haciendo referencia año tras año a efemérides de su reinado u otras relevantes, novecientos años después de lo que ocurrió. De lo que se sabe que ocurrió.

Estamos finalizando 2019 y allí se resaltó que estábamos en la ciudad donde se creó en 1122 poco después de la toma de Zaragoza la primera orden militar: Cofradía de Belchite (con inspiración y concurso religioso) creada en un reino cristiano, Aragón, uno de los cuatro que existían en la antigua Hispania del siglo XII.

Fue un día de aparentes recuerdos bélicos, de historia, a primera vista. Pero seguramente para los que estuvimos paseando por aquellas las calles y plazas en ruina, escuchando las explicaciones de Nuria, de la Fundación Belchite, era algo más, mucho más.

El pueblo vivió días de encarnizadas luchas en 1937, defendido por civiles y tropas sublevadas. Se enfrentaron en una batalla encarnizada con los que la tomaron, tropas de la República y brigadistas internacionales, después de casi dos semanas de fuego y muerte.

500 víctimas civiles entre los casi 5.000 muertos por la acción de guerra. Antes en la zona unos 170 “paseados” incluido un alcalde que no siendo destituido por sus ideas se opuso a los asesinatos. Las casas derruidas, caídos los techos, paredes que se resisten tozudamente, la vista de interiores con la decoración, de las pinturas, de las baldosas.

Por todas partes eran visibles las heridas de los proyectiles que machacaron durante días el pueblo. Con la población que no participaba en la batalla escondida en las bodegas, y donde podían, pronto sin agua, sin alimentos en el pleno verano ardiente de Aragón.

Y durante la visita uno piensa en las familias que allí vivían, que eran partidarios de uno u otro bando o de ninguno, que estaban a favor de uno u otro “hermano”. Tal y como pasa en toda guerra, a la que aterra seguir llamando civil. ¿Hay algo más incivil que matarse por ideas? ¿Hay algo más incivil que enfrentarse a muerte, los ciudadanos de un mismo país?

Sabemos ya, algunos por testimonios directos de nuestros familiares, otros porque es mucho lo conocido y difundido, de la barbarie de nuestra guerra, del cainismo exacerbado, de todos los peores sentimientos que afloran en situaciones límites. Venganzas antiguas, ventiladas acusando a otros para que los matasen los “amigos” ante los que los delataban, siendo verdad o mentira, que importaba, codicia por posesiones que se desean, celos por deseos carnales insatisfechos, envidia por saberlos mejores y no soportarlos…

O por mantenerse digno, por no ceder ante lo que se entiende honorable por defender a los suyos e incluso por la grandeza de ser generoso con los adversarios no despojándoles de su humanidad y a veces pagando con su propia vida por ello. Vejaciones, violaciones, torturas, como preámbulo a la muerte o como complemento de la “fiesta” macabra.

Recordé algo que mi padre me contó precisamente en el frente en tierras aragonesas en 1938 y que refleja la brutalidad de la guerra. Trincheras fijadas y conversaciones entre los enfrentados (cuando los insultos acallaban):

«A la pregunta de donde eres, alguien da datos de un pueblo de Extremadura. Pues mira, ‘aquí hay uno de por allí’. Lo llamo. Sigue la conversación, con datos del pueblo, de vecinos… Eran dos hermanos separados de jóvenes por la muerte de sus padres y la acogida de familiares en distintos lugares. Dos hombres rotos, emocionados, llorando como niños e incapaces de tomar su fusil y disparar cuando la calma se rompa. ‘Es que puedo matar a mi hermano’. Sortearon quien se pasaba a la otra trinchera para abrazarse. Lo hicieron y fueron enviados a la retaguardia!.

No digo quién, lo sé, pero no importa. Dos hermanos que estaban en bandos enfrentados y que como en muchos casos ni lo habían elegido.

Belchite viejo no fue abandonado, allí vivieron muchos de sus habitantes casi dos décadas más. Por expreso deseo de Franco esta y otras localidades fueron “ahijadas” por él y decidió dejarlas vacías como recuerdo de la “heroicidad” de sus defensores. Obligados en los 60 a abandonarlo e instalarse en el pueblo nuevo, ocurrió, siguió ocurriendo lo que al principio recordaba, “que vivieron allí, y siguieron sin hablarse”.

Adenda sentimental y documental sobre Belchite

José Antonio Labordeta, con orígenes familiares en Belchite debutó en el pueblo viejo y compartía anécdotas divertidas. https://www.youtube.com/watch?v=5w8Dkp3cH7A

Juan Manuel Serrat, Hijo de Ángeles Teresa, nacida en Belchite, dedico una canción a sus recuerdos infantiles en la localidad: “Mi niñez”: https://www.youtube.com/watch?v=l0Iur4K9CiI

Natalio Baquero nacido en plena batalla en, un día en una visita con melancolía escribió en la puerta de la iglesia la letra para una jota: “Pueblo viejo de Belchite, ya no te rondan zagales, ya no se oirán las jotas que cantaban nuestros padres. NB”:

https://www.heraldo.es/multimedia/videos/aragon/natalio-baquero-nacio-el-1-de-septiembre-de-1937-en-plena-batalla-de-belchite/

https://www.heraldo.es/multimedia/videos/aragon/pueblo-viejo-de-belchite-ya-no-te-rondan-zagales-1549454118/

Documentación gráfica complementaria.

Videos realizados con dron y Foto 360º (en Iglesia San Agustín) por cortesía de EJEA TB

(José Lezcano y Toñi Fuertes)

Foto 360º (iglesia San Agustín): http://www.ejeatb.es/360/sanagustin.html

Vuelos sobre Belchite pueblo viejo (parciales)

https://v.ftcdn.net/02/29/43/27/700_F_229432727_NH9xu90zGU1EkQ8fHMbm5td8iFodSrIf_ST.mp4

https://v.ftcdn.net/02/29/43/34/700_F_229433444_esTuDgoUWTqLck6rBjlvfppRa0MQer09_ST.mp4

https://v.ftcdn.net/02/29/43/31/700_F_229433120_kr7ECGIYGil4MseByxPmaxmY8QULKjZu_ST.mp4

https://v.ftcdn.net/02/29/43/36/700_F_229433698_F2MUElYFNN4vXpJsXMQxVEJF4pzXHu1N_ST.mp4

Fotos y texto: José Luis Vergara. Enero 2020


TV3, el tamborilero del Bruc del procés

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Etiquetas: AragónGuerra Civil
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