En la última semana casi todos los medios de comunicación de las comarcas de Tarragona se han hecho eco con cierta amplitud de la sentencia que ratifica que todas las escuelas catalanas tendrán que impartir un 25% en castellano y concretamente de la sentencia del TSJC que afecta a un instituto de Vila-seca (Tarragona). Y así el pasado martes algunos titulaban: “Más de 150 de personas protestan contra la obligatoriedad de impartir el 25% de las clases en castellano en Vila-seca”.
A finales de noviembre el Tribunal Supremo consagraba que, al menos, el 25% (quina barbaritat!) de clases en Cataluña deben impartirse en español (tal como establece la Constitución) y rechazaba el recurso de la Generalitat contra la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), que instaba a los centros educativos a impartir, al menos, este porcentaje en castellano. La respuesta de la Generalitat de Cataluña no se hizo esperar y no pudo ser más acorde con el Estado de Derecho; fue decir, en lo que supone un insulto y un intolerable desprecio a la Justicia, que incumpliría de nuevo la sentencia del Alto Tribunal, de hecho lleva más de veinte años incumpliendo reiterada y sistemáticamente las resoluciones de los Tribunales sobre este y otros temas, contando con el silencio cómplice de los gobiernos de turno.
Días después, se producía el valeroso acoso al niño y la familia de Canet por exigir el 25% en español. Hace unos años le ocurrió lo mismo a Ana Moreno, la madre ‘coraje’ de Balaguer, a la que le hicieron pasar las de Caín y procuraron su muerte social, por conseguir que los tribunales le dieran la razón para que sus hijos recibieran más docencia en castellano.
Y hace unas semanas varios miles de personas se manifestaron en Barcelona, convocados por la plataforma Somescola (que es el nombre que viene utilizando Òmnium y el nacionalismo para imponer la ideología nacionalista en las escuelas, la inmersión lingüística ha sido utilizada como la primera forma de adoctrinamiento político), en apoyo del Govern de la Generalitat y contra el fallo de la sentencia; allí estaban desfilando los lideres de UGT, CCOO y el resto de sindicatos (convertidos en el Sindicato Vertical del régimen nacionalista que además, se tienen que asegurar las millonarias subvenciones que les da la Generalitat), junto a las entidades independentistas ANC, Òmnium y todos los partidos secesionistas, desafiando a los Tribunales y al Estado de Derecho.
El pasado martes, como decía, los medios de Tarragona informaban de que unas 150 personas (otros hablaban de 200) se manifestaron en Vila-seca, bajo el lema “Ara i sempre escola en català”, en el mismo sentido y contra la sentencia del TSJC, que estimaba el recurso de unos padres para que el Institut Ramon Barbat, de esta localidad, ajustara su proyecto lingüístico al 25% de asignaturas en castellano. Dicha concentración convocada por la ANC, Òmnium, Àvies i Avis per la Independència, CDR y el resto de organizaciones nacional-secesionistas, contó también con la participación del alcalde nacionalista de Vila-seca, Pere Segura. Hay que decir que Vila-seca es una de las poblaciones de Tarragona donde el voto constitucionalista es más elevado (en las autonómicas de 2017 solamente Cs obtuvo el 47,51 % de los votos).
Lo cierto es que en las últimas semanas más de un centenar de familias de Cataluña han reclamado ya la ejecución de la sentencia respecto al 25% de castellano, pese a las amenazas del Govern y el totalitario acoso de los dulces catalibanes de la llengua.
Así las cosas, queridos compatriotas de Somescola les tengo que pedir perdón por no compartir con ustedes que «som un sol poble i una sola llengua». Por pensar que en Cataluña más del 50% de los ciudadanos tiene el castellano como lengua materna y que a una sociedad bilingüe le corresponden instituciones y escuelas bilingües. Perdonen también al conseller d’Educació, Josep González-Cambray (ERC) por llevar a sus hijos a un colegio de élite trilingüe donde se imparte el 25% en castellano.
Les pido perdón por exigir el cumplimiento de la Ley y las sentencias Judiciales (un requisito esencial de todo Estado de Derecho). Por pensar que ustedes no son las victimas, dicen que España les oprime, aquí los únicos oprimidos somos nosotros a los que silencian, excluyen, acosan y desprecian. Les pido perdón, por llevar tantos años intentando combatir las imposiciones nacionalistas, como combatí en su momento al franquismo, cosa que la gran mayoría de ustedes no hicieron. Por querer una Cataluña donde se garantice la pluralidad, la igualdad de derechos, la democracia y la libertad (en especial la libertad lingüística). Lamento, por último, decirles que ha nacido una plataforma #EscuelaDeTodos para conseguir la aplicación de la sentencia del 25%. Nosotros, los constitucionalistas, que somos la mayoría en Cataluña, a pesar de sentirnos a veces muy desamparados, no estamos dispuestos a seguir tragando y comulgando con ruedas de molino.
Aclarar que el contenido de este artículo lo envié hace dos días a diversos medios locales con el siguiente encabezamiento: “En nom de la llibertat i la pluralitat informativa que estic convençut que el seu mitjà defensa, els adjunto el present article per si tenen a bé publicar-ho . De momento no ha tenido la gentileza de publicarlo ninguno (foto: concentración en la Plaza de la Iglesia de Vila-seca –Tarragona– el pasado lunes por la tarde).
Salvador Caamaño Morado (presidente provincial de SCC en Tarragona)
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