Cada año en el mundo 1,2 millones de personas mueren por infecciones causadas por bacterias resistentes a los antibióticos. Según la OMS, la capacidad de las bacterias para adaptarse y resistir a los fármacos diseñados para combatirlas es ya una de las mayores amenazas para la salud pública mundial.
Si no se frena su aumento, la resistencia antimicrobiana podría provocar hasta 10 millones de muertes en el mundo en 2050. En cuatro proyectos de investigación subvencionados por las convocatorias CaixaResearch de Investigación en Salud y CaixaImpulse de Innovación en Salud de 2023 se busca hacer frente a este gran reto para la humanidad con abordajes muy distintos.
Desactivar los mecanismos de resistencia de las bacterias
Cuando Daniel López Serrano, bioquímico del Centro Nacional de Biotecnología del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, empezó a hacer ciencia básica en un laboratorio a principios de los años 2000 y solicitaba muestras a los hospitales, se encontraba con una sola superbacteria entre las 20 muestras que recibía.

Hoy en día, lo normal es que las 20 muestras contengan bacterias resistentes a los antibióticos. Por eso, descubrir un nuevo antibiótico eficaz es un gran desafío para la industria farmacéutica. «La investigación puede durar décadas sin garantías de que se obtengan resultados y la farmacorresistencia aparece cada vez más rápido, cosa que desincentiva la inversión en investigación y desarrollo de nuevos antimicrobianos», explica López Serrano.
El proyecto que lidera este investigador tiene por objetivo recuperar la eficacia de los antibióticos que han dejado de funcionar por el aumento de bacterias resistentes. Su equipo descubrió en 2010 un proceso celular esencial para la supervivencia de las bacterias durante las infecciones.
Lo explica así: «Este mecanismo se encarga de estabilizar y ensamblar las maquinarias proteicas que tiene la bacteria, incluidas las maquinarias responsables de la resistencia a los antibióticos. Estos años nos hemos dedicado a entender este mecanismo y hemos podido diseñar tratamientos que lo inhiben. Con ello conseguimos que todas esas maquinarias no se puedan ensamblar». En esta situación, la administración de los antibióticos clásicos funciona porque las bacterias tienen los mecanismos de resistencia desactivados.
Según López Serrano, la gran ventaja de este proyecto, que ha recibido una subvención de 494.300 euros de la convocatoria CaixaResearch de Investigación en Salud 2023, es precisamente que se propone un tratamiento capaz de curar infecciones que no se podrían curar y lo hace mediante la reactivación de antibióticos comercialmente disponibles.
no recibe subvenciones de la Generalitat de Catalunya.
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