El separatismo lleva meses con una campaña salvaje de propaganda de cara a erradicar el uso social del castellano en Cataluña, con la excusa de que el catalán «está en peligro». Por eso intentan amedrentar a comerciantes, hosteleros y camareros para que usen siempre el catalán, hacen campañas de presión para que los niños lo hablen en el patio y otras lindezas similares.
Plataforma per la Llengua, una entidad separatista muy bien subvencionada con dinero público por hazañas tan cuestionables como espiar la lengua que hablan los niños catalanes en los patios, es la punta de lanza de esta ofensiva contra el español.
Una politóloga, Ares Cases Castellet, ha ofrecido en twitter, de manera resumida, pero muy clara, las razones por la que el uso social del catalán es cada día menor. Y no hay ningún ‘complot’ unionista para ello, los motivos son mucho más simples.
«¿Convertir la televisión y la radio pública en maquinaria de propaganda ideológica no ha funcionado? ¿O ir a tiendas a acosar a trabajadores tampoco? ¿O vigilar el idioma que usan los niños en el patio? ¿O llamar ‘ñordos’ a los que tienen el español como lengua materna? No lo entiendo», argumenta. Simple y claro. La imposición y la amenaza siempre consiguen un efecto rebote.
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Sergio Fidalgo relata en el libro 'TV3, el tamborilero del Bruc del procés' como a los sones del 'tambor' de la tele de la Generalitat muchos catalanes hacen piña alrededor de los líderes separatistas y compran todo su argumentario. Jordi Cañas, Regina Farré, Joan Ferran, Teresa Freixes, Joan López Alegre, Ferran Monegal, Julia Moreno, David Pérez, Xavier Rius y Daniel Sirera dan su visión sobre un medio que debería ser un servicio público, pero que se ha convertido en una herramienta de propaganda que ignora a más de la mitad de Cataluña. En este enlace de Amazon pueden comprar el libro.
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