Las imposiciones del catalán no son una buen fórmula para potenciar el uso de la lengua catalana, más bien todo lo contrario. Las últimas encuestas publicadas demuestran que esta forma de actuar llevada a cabo por las distintas administraciones catalanas ha hecho del catalán una lengua antipática, y que por lo tanto cada vez es menos usada, sobre todo entre los jóvenes.
Pues bien, gracias a una información de los compañeros de Dolça Catalunya, hemos podido comprobar como a través de una concesión pública se exige que se «rotule» y se expresen «en catalán«. Todo ello en la concesión de un bar que se encuentra dentro de la casa parroquial Can Bóta en Sant Julià de Ramis.
Esta instalación se restauró por valor de 240.000 euros, con dinero de la Diputación de Gerona y del Ayuntamiento de la ciudad. El consistorio convocó por edicto la concesión administrativa del uso privativo del dominio público para la explotación del Bar de Can Bota. Y entre las cláusulas de explotación, como no podía ser de otra manera, se encuentra la imposición del catalán:
- Cláusula 3.4.: «Todos los rótulos indicativos, carteles, cartas de consumiciones u otros tendrán que estar escritos en catalán».
- Cláusula 4.2.: «El concesionario debe entender la lengua catalana y expresarse y debe contratar personal que debe estar capacitado para atender en catalán».
NOTA: En estos momentos de crisis y de hundimiento de publicidad, elCatalán.es necesita ayuda para poder seguir con nuestra labor de apoyo al constitucionalismo y de denuncia de los abusos secesionistas. Si pueden, sea 2, 5, 10, 20 euros o lo que deseen hagan un donativo aquí en el módulo de donaciones de Ediciones Hildy).
no recibe subvenciones de la Generalitat de Catalunya.
Si quieres leer nuestras noticias necesitamos tu apoyo.