Sr. Sánchez, me confieso ante usted y ante sus socios los secesionistas. Y le pido perdón por haber nacido en Tarragona hace 67 años y sentirme catalán y español, por sentirme, al menos como la mitad de los catalanes, constitucionalista y no resignarme, a pesar de sentirme, a menudo, despreciado y abandonado, a ser considerado como un mal catalán y un ciudadano de segunda en esta Cataluña, a la que quiero, a pesar de estar dominada social e institucionalmente por el totalitarismo separatista que la considera suya. Sí, ese dragón insaciable al que no han parado de alimentar los sucesivos gobiernos de España, convirtiéndolo en todopoderoso.
Le pido perdón por pensar que durante los últimos 43 años, desde que llegó al poder el gran gurú del nacionalismo, Jordi Pujol y luego sus predecesores, en Cataluña no han hecho otra cosa que imponer (a diferente ritmo, “Avui paciencia, demà independencia” decían) la ideología nacional-secesionista. Mientras robaban a manos llenas y dilapidaban el dinero público con total impunidad: concediendo subvenciones multimillonarias a sus amigos y a un sinfín de entidades afines, a buena parte de los medios de comunicación, a la creación de “embajadas”… Y lo han hecho, con la complicidad de muchos que han preferido mirar para otro lado, apelando a la patria y envolviéndose en la estelada, en una operación perfecta de ingeniería social y “engañafeligreses”.
Le pido perdón por pensar que la aplicación del 155 (después del referéndum ilegal y el intento golpista de 2017), se quedó muy corto y debió mantenerse durante muchísimo más tiempo y ampliarse también a TV3 y Catalunya Ràdio, por actuar estos medios públicos como los más sectarios y eficaces instrumentos del secesionismo.
Le pido perdón por pensar que hablar de exiliados y presos políticos, como lo siguen haciendo los nacionalistas, es una gran falacia como tantas otras utilizadas por el separatismo. España, hasta el momento, es una Democracia donde rige el Estado de Derecho y no hay presos políticos, ha habido políticos presos (sus socios), juzgados con todas las garantías y condenados por los graves delitos de sedición y malversación.
Le pido perdón por pensar que sus aliados los nacionalistas llevan décadas, falsificando la historia, manipulando y mintiendo. Y han impuesto un sistema educativo en Cataluña, dominado por los separatistas, que constituye un ejemplo claro de imposición lingüística, adoctrinamiento y formación del espíritu nacionalista que sólo encuentra parangón en los regímenes totalitarismos. Por pensar que es inadmisible que en Cataluña se incumplan las leyes y las sentencias judiciales.
Le pido perdón por pensar que los secesionistas no son los oprimidos y las victimas, al contrario, ellos son los poderosos y los privilegiados. Aquí, antes y ahora, los únicos oprimidos y victimas, son los pobres, los excluidos, los discriminados, los silenciados, los acosados, esa mayoría silenciosa que sufre sus mentiras y sus imposiciones.
Entono el mea culpa, todos los días, por no ser tan progresista como usted, la Sra. Yolanda Díaz, los bilduetarras y los secesionistas. Por ser según ustedes, un “facha”. Y por pensar que nada hay más reaccionario que el nacionalismo (la única extrema derecha que hay en nuestro país); que siempre ha estado teñido de racismo, intolerancia, desprecio de clase y complejo de superioridad. Que se han inventado una nación y están empeñados en destruir España. Nacionalismos, ante los que usted se arrodilla y pacta, una y otra vez, pagando cada vez un precio más alto, sin ningún tipo de rubor, con tal de continuar en el poder.
Le pido perdón por pensar, que las ideologías nacionalistas han sido históricamente el germen del odio, del enfrentamiento y la división y siempre han sido enemigas de la libertad, la igualdad y la pluralidad. Le pido perdón por considerar una infamia y una humillación, la reciente concesión de las lenguas cooficiales regionales en el Congreso, puesta en marcha además, apresuradamente sin estar aprobada la reforma del reglamento, despreciando la lengua común con la que nos entendemos todos los españoles. Montando el circo de los pinganillos.
Le pido perdón, por coincidir con la opinión de históricos y muy ilustres socialistas, que han tenido que salir a la palestra para denunciar con contundencia, el alto precio que usted parece estar dispuesto a pagar, por seguir en el poder; me estoy refiriendo, entre otros muchos a: Felipe González, Alfonso Guerra, Rodríguez Ibarra, Paco Vázquez o Nicolás Redondo ( un socialista digno, al que han expulsado del partido). Por pensar que usted y sus “progresistas” socios (de la galaxia Frankenstein), desde su prepotencia y una pretendida superioridad moral, han vuelto, por intereses espurios, al siniestro “guerracivilismo”. Tomando como referente no al socialista J. Besteiro, sino al sovietizado Largo Caballero y al violento Frente Popular de la II República y como entonces se sienten los únicos legitimados para gobernar.
Le pido perdón por llevar tantos años combatiendo la dictadura nacionalista, como combatí en su momento la franquista, cosa que la mayoría de ustedes no hicieron. Por querer una Cataluña de todos, donde se ponga freno de una vez al totalitarismo y las imposiciones nacionalistas, que la están llevando a la ruina. Y a una España unida donde se respete la democracia y se garantice el Estado de Derecho, la igualdad y la libertad de todos los españoles.
Por no querer olvidar, ni permitir que los golpistas (juzgados, condenados y muchos de ellos luego indultados por usted) que en 2017 tan gravemente, dividieron y enfrentaron a los catalanes, y que han intentando dinamitar la igualdad y la convivencia entre españoles, sean ahora premiados y se vayan al final de rositas, para que más pronto que tarde lo vuelvan a repetir. El nacionalismo es insaciable y por si mismo no se detendrá ni retrocederá, la amnistía es un antidemocrático paso más, luego vendrán la autodeterminación y la soberanía, ya lo han anunciado. No podemos permitir que una minoría desleal, supremacista y excluyente puede decidir el gobierno de España. No podemos permitir que socialistas y podemitas, convertidos en los paladines del “procés” a nivel nacional, cometan con el apoyo de los secesionistas, la tropelía que quieren cometer. Por todo esto, perdóneme, acudiré el próximo 8 de octubre a la manifestación convocada por SCC en Barcelona.
“No en mi nombre. Ni amnistía, Ni autodeterminación.” Y ¡Puigdemont a prisión!
Salvador Caamaño Morado (coordinador provincial de SCC en Tarragona y ex dirigente local del PSUC y de CC.OO.)
NOTA: En estos momentos de crisis y de hundimiento de publicidad, elCatalán.es necesita ayuda para poder seguir con nuestra labor de apoyo al constitucionalismo y de denuncia de los abusos secesionistas. Si pueden, sea 5, 10, 20, 50 euros o lo que deseen hagan un donativo aquí.
no recibe subvenciones de la Generalitat de Catalunya.
Si quieres leer nuestras noticias necesitamos tu apoyo.