
El gobierno de Quim Torra continúa su camino (parece que sin retorno) hacía la creación de un Estado paralelo, hoy junto a Lluís Llach ha dado un paso más, sin que nadie se lo haya impedido.
Justo en el instante en que Pedro Sánchez pronunciaba en el Congreso de los Diputados su discurso de investidura el presidente de la Generalitat animaba a la ciudadanía a poner las bases sobre la futura Constitución catalana.
Quim Torra ha comparecido junto a Lluís Llach, presidente del consejo asesor del Foro Cívico, que a lo largo de los últimos nueve meses se ha encargado de elaborar la metodología a través de la cual se debería llevar a cabo esta participación de la sociedad civil y cómo este análisis se condensará y se sintetizará para extraer las conclusiones. Resumiendo, en esta nueva fase se pasa el relevo a la ciudadanía.
A partir de noviembre y hasta marzo de 2020 se organizarán debates por todo el territorio catalán abiertos a los ciudadanos catalanes. En abril, dentro de nueve meses, las conclusiones se entregarán al Parlament, un documento a partir del cual la plana política podrá proceder, si así lo considera, a redactar una Constitución catalana.
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